El Consejo de la Magistratura resolvió desplazar al tercer ternado en el concurso para cubrir el cargo de vocal en la Cámara Federal de Apelaciones de Resistencia, Provincia de Chaco, y de ésta manera accedió como postulante el juez electoral de Corrientes, Gustavo Sanchez Mariño, quien ahora compite por el cargo federal.
El concurso 283 del Consejo de la Magistratura tiene ahora como ternados a Rocío Alcalá; al ex fiscal de Estado de Corrientes, Fernando Carbajal y a Gustavo Sebastián Sánchez Mariño, quien fue incorporado en tercer lugar después que los integrantes del Consejo de la Magistratura desplazaron a otro juez que ocupaba ese lugar en la terna.
Para que esto se concrete, el diputado nacional Gustavo Valdés –electo gobernador de Corrientes- había intervenido en una serie de reuniones con sus pares de la Legislatura y con los representantes del Poder Judicial que integran el órgano que selecciona jueces.
Este cambio puso a dos escalones al magistrado provincial para acceder al lugar vacante en el Tribunal de Alzada de la Capital chaqueña.
Tras esto, casualmente, este letrado, a cargo del Poder Electoral provincial en Corrientes tomó algunas medidas en el conteo de votos de las elecciones a Gobernador, determinaciones que son cuestionadas por los partidos opositores al gobierno quienes lo acusan de haber torcido el resultado de las votaciones en favor del radical Gustavo Valdés.
Las votaciones a gobernador, legisladores y autoridades municipales de Corrientes realizadas el pasado 8 de octubre se habían desarrollado en un clima de tensión por el temor de la oposición a las maniobras fraudulentas por parte del oficialismo, artimañas que ya habían sido advertidas en las votaciones del pasado 4 de junio, cuando se sufragó para elegir intendente de la Capital.
El día de las votaciones, el festejo del oficialismo fue anticipado. Realizaron una caravana con funcionarios nacionales con sólo el 28% de las mesas escrutadas y justo en el momento en el que se frenó la carga de los datos en el centro de cómputos. La publicación de información oficial quedó paralizada hasta las 6 de la mañana del día siguiente.
En ese contexto los candidatos Espínola y Eugenio Justiniano Artaza pidieron que se cuenten todos los votos antes del festejo. Pero la queja no fue más allá. Tampoco se animaron de hacer notar irregularidades, y mucho menos de cuestionar la parcialidad de los funcionarios del Poder Electoral.
Cuándo se publicaron los datos, el candidato peronista, Carlos Mauricio Espínola, quien lideraba las encuestas por 9 puntos resultó vencido por Gustavo Valdés por la diferencia aproximada de 10 puntos.
Los postulantes del frente peronista Juntos Podemos Más, resignados reconocieron la derrota. Esto, sin haberse conocido los resultados finales de la votación.
Desde el lunes 9 se contaron nuevamente los votos, se analizaron datos y se resolvieron planteos surgidos en las mesas de votación. En los hechos, esta etapa es la que determina el resultado final de la votación, y es donde todo puede cambiar.
Las elecciones Primarias de la provincia de Buenos Aires, es un ejemplo de este “vuelco de resultado”. Ese día, cuando cerraron las votaciones, Cambiemos hizo gala de la desfachatez que lo caracteriza y festejó un triunfo inexistente. El conteo final dio como ganador al frente partidario conducido por Cristina Fernández de Kirchner desde donde se puso en debate cada uno de los votos existentes en las urnas.
En Corrientes, el desinterés de los referentes de la coalición opositora fue más que evidente debido a que estuvieron temerosos de cuestionar las tropelías de los fiscales del radicalismo y las dudosas determinaciones del otrora militante radical devenido en juez, Gustavo Sánchez Mariño.
Una de las desiciones del magistrado fue prohibir la apertura de las urnas y el conteo “voto a voto” cuando las planillas de los fiscales de cada partido tenían resultados distintos. En estos casos se dio como ganador de la mesa al frente partidario oficialista.
La anulación de unos 600 votos del peronismo y de ninguno del radicalismo en la localidad de Goya, fue un factor determinante en el resultado electoral donde el ministro de industria, Ignacio Osella, resultó vencedor ante el frente encabezado por el Justicialismo.
Esto ocurrió luego que el presidente del PJ, Gerardo Bassi, fue proscripto por la Justicia por medio de un fallo en el que se le impidió participar. Esta determinación fue puesta en dudas ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Aún no hay sentencia.
También se frenó desde la Justicia el análisis de las denuncias de fraude realizadas por el frente opositor. Una de estas presentaciones fue en Paso de los Libres donde se expuso ante una fiscalía una serie de maniobras tendientes a impedir el voto de afiliados peronistas y que, además, posibilitaban que los simpatizantes radicales voten dos veces. El caso quedó sin análisis.
El resultado final de las elecciones, finalmente, no generó sorpresa ya que ganó “el caballo del comisario”, como dice el dicho popular correntino. Gustavo Valdés gobernará hasta 2021 tras haber recibido una retribución por las gestiones que le facilitarán los trámites a Gustavo Sanchez Mariño para ocupar un cargo relevante en la Justicia Federal.
