Estaba alojado en ese centro de salud desde el 8 de agosto cuando fue trasladado desde Buenos Aires a la Capital correntina.

La razón por la que el Incucai no autorizó el trasplante de corazón fue la “situación familiar y social” en la que vivía.

Es por ello que desde el gobierno de Santa Fe habían ofrecido todos los medios para que el muchacho y su familia puedan tener mejores condiciones de vida, ya que el Estado correntino los había ignorado.

Debido al tiempo en que estuvo en tratamiento, su estado de salud se agravó. "Los médicos me dijeron que Fernando no estaba en condiciones de soportar el trasplante. Me dijeron que por la droga que tiene que recibir, su riñón y el hígado no van a aguantar", contó María Elena Ferreyra, la madre de Fernando.

Según contó, los médicos le habrían explicado que "después del trasplante debería recibir una droga muy fuerte y su cuerpo no va a resistir”.

Además, el estado de salud del muchacho era muy delicado por lo que fue imposible trasladarlo hacia otra provincia.

Según explicó Fernando Almeida (padre), los médicos aseguraron que no existen impedimentos para que el menor sea trasladado a su localidad, pero las autoridades del Ministerio de Salud no lo recomiendan. Aun así, analizan la posibilidad del regreso.

Es por ello que en Gobernador Virasoro, ciudad de donde es oriunda la familia, se multiplicaron las cruzadas solidarias para intentar ayudar a la familia a acondicionar la vivienda y costear los gastos del tratamiento.

El caso de Fernando no es el único en la provincia. Según Roberto Jabornisky, funcionarios del Hospital Pediátrico Juan Pablo II “ya hemos tenido otros casos similares, por ejemplo de trasplante renal que por cuestiones socioeconómicas y el estado del paciente no se realizaron”.

El profesional, que atendió a Fernando Almeida, explicó que el chico fue rechazado como paciente afectado por una enfermedad cardíaca por la cual “se danó el corazón y falla, por lo que no puede mandar sangre al resto del cuerpo”.

Debido a a esto “lo derivamos a Buenos Aires y pocos días después lo traen de vuelta a Corrientes”, pero remarca que en la nota de rechazo del Hospital Garrahan “indican que además de la cuestión médica, se tiene en cuenta la cuestión social y familiar del niño, aunque existen cuestiones médicas que se pueden discutir, pero quiero sacar de la situación al Garrahan porque se encuentran con esta condición crítica casi en forma constante”, agregó.

Aseguró que lo enviaron de nuevo a Corrientes sin otorgarle la posibilidad de acceder a un transplante y que esto “es terrible porque es un chico de 13 años”.

Tras regresar a Corrientes, Fernando Almeida preguntó a las enfermeras que lo asisten “qué hizo mal y por qué tiene un mal corazón pese a ser una persona buena, y que si volviera a nacer le pediría a Dios un nuevo corazón, un corazón sano”, señaló el médico.