Política
Alineacion Nación, Provincia y Municipio

Valdés y Tassano toman deudas y suben impuestos para compensar el recorte de fondos de Macri

La política del PRO se aplica en todos los ámbitos con la toma de deudas y el recorte salarial.

Con el Pacto Fiscal los municipios correntinos perderán $200 millones por año. Esto es porque el Fondo Federal Solidario está cayendo al 26% interanual y seguirá bajando por la reducción del impuesto a la exportación de la soja.

El Presupuesto Nacional 2018 sólo le asigna a Corrientes el 10% de lo que Gustavo Valdés, Eduardo Tassano y Carlos Vignolo prometieron que llegarían para obras. La recesión impactará negativamente en la recaudación propia y la inflación sigue subiendo los costos de las obras y los servicios que deben prestar Provincia y Municipios.

Ante este panorama, el nuevo gobernador Gustavo Valdés busca un endeudamiento de $5.500 millones que se sumará a otro préstamo de $2.500 millones que Ricardo Colombi le dejó listo para tomar en 2018. El flamante intendente capitalino Eduardo Tassano tiene una autorización genérica para endeudarse por $500 millones y ahora busca ingresos extras aumentando un 30% los impuestos municipales.

El proyecto de Presupuesto Nacional 2018 que la administración de Mauricio Macri envió al Congreso, incluye recorte interanual de hasta el 10% en obras (cantidad de emprendimientos y volumen fondos a invertir) para todas las provincias y los municipios del país.

La Inversión Real Directa y las Transferencias de Fondos para infraestructura, desde la Nación a las Provincias, no serán tan espectaculares y mucho menos abundante; como los nuevos gobernantes correntinos de Cambiemos (Gustavo Valdés en la Provincia y Eduardo Tassano en la Capital) habían prometido durante la campaña electoral de este año.

Según esto, proyecto de Presupuesto Nacional 2018 sólo le asigna a la Provincia de Corrientes $1.416 millones para diferentes obras públicas. Y el Plan Belgrano, que ahora lo maneja el correntino Carlos Vignolo, tiene para Corrientes solamente $2.544 millones en fondos especiales, programas y algunas obras para el año próximo.

Estos valores apenas representan el 10% de lo que Gustavo Valdés, Eduardo Tassano y Carlos Vignolo prometieron que llegarían a Corrientes, solamente por el Plan Belgrano. Fue tan precisa la promesa que en campaña anunciaron $36.000 millones en nueva infraestructura para la Provincia.

A esto se le suman otros factores macroeconómicos adversos. Uno de ellos es que el famoso Pacto Fiscal que firmaron el saliente gobernador Ricardo Colombi y el presidente Mauricio Macri, en realidad representará pérdida de fondos para Corrientes.

Por caso, los Municipios correntinos dejarán de percibir cerca de $200 millones por años, sólo porque se dejará de coparticipar el Impuesto al Cheque.

Esto le representará a la Municipalidad de Corrientes una pérdida de $65 millones por año (con los que se podrían hacer 75 cuadras de asfalto); la comuna de Goya perderá cerca de $16 millones por año; por citar los dos municipios más grandes de la Provincia de Corrientes que ahora son administradas por radicales que tributan a Cambiemos.

Otro factor de pérdida de recursos será la reducción progresiva en la alícuota que se le cobra a los exportadores de soja; recursos con los que se compone el Fondo Federal Solidario que se coparticipa a las provincias y los municipios para hacer obras de alto impacto social (agua, cloaca, pavimento, escuelas, hospitales, viviendas).

Estas transferencias en 2017, sin modificarse todavía la alícuota de retención a la soja, ya vienen mostrando una caída interanual de hasta el 26% en la transferencia de los recursos del Fondo Federal Solidario a las distintas jurisdicciones.

En diciembre de 2015 el presidente Mauricio Macri bajó la alícuota de retención a la exportación a la soja del 35% al 30%. Para 2018 y 2019 habrá más reducciones, medio punto por mes, hasta llegar a sólo el 18%. Es decir que las Provincias y los Municipios perderán la mitad de los recursos que recibían por el Fondo Sojero.

A este combo de recortes en recursos federales para obras, se le suma la recesión (pérdida de poder adquisitivo de los salarios más baja en el consumo) y la inflación que desacelera.

La recesión está perjudicando las recaudaciones impositivas locales (provincial y municipal), porque la gente deja de pagar impuestos para cubrir sus gastos cotidianos (alimentos, bienes y servicios esenciales). Más aun en provincias como Corrientes que tiene 40% de Pobreza, 9,3% de Indigencia y la desocupación es de dos dígitos.

Mientras que el aumento de los costos (inflación) sigue encareciendo el valor de las obras y la prestación de los servicios con los que deben cumplir los Estados.

Endeudamiento y suba de impuestos para compensar el ajuste

Para compensar estos recortes de fondos que está aplicando la administración de Mauricio Macri, los equipos económicos del nuevo gobernador correntino Gustavo Valdés y del flamante intendente capitalino Eduardo Tassano (ambos de Cambiemos), están solicitando endeudamientos y suba de impuestos para el año que viene.

El proyecto provincial de presupuesto 2018 -que está siendo analizado por la Legislatura local- incluye una autorización para tomar $5.500 millones en créditos; lo que representa casi el 12% del total de gastos anual estimado para el año que viene.

Esos $5.500 millones de nuevos pasivos duplicarán el stock total de deuda que hoy tiene Corrientes -que ascienden a $6.900 millones- llevándola a casi $13.000 para el próximo ejercicio; lo que representará el 31,1% en relación de deuda-recursos corrientes anuales.

Antes de dejar el cargo incluso, el exgobernador Ricardo Colombi emitió decretos a lo largo de 2017 para tomar deudas por $1.033 millones; decisión que está en discusión si tenía o no autorización de la Legislatura Provincial porque este año Corrientes funcionó sin presupuesto actualizado ni aprobado por ley (ni siquiera presentaron proyecto y prorrogaron el presupuesto 2016).

Cinco días antes de finalizar su mandato, Ricardo Colombi también firmó un convenio con el Ministerio del Interior, Obra Pública y Vivienda de Nación para tomar un préstamo de $2.500 millones que en 2018 se destinarían a infraestructura.

Esos recursos provendrían del rotatorio Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, que tiene tasas blandas; pero al fin de cuentas habrá que devolver esa plata por lo que se trata de deuda nueva.

El nuevo intendente de la Ciudad de Corrientes, Eduardo Tassano, sigue la misma receta: ya consiguió, antes de asumir, una autorización genérica del Concejo Deliberante para tomar $500 millones en deudas.

Ese monto representa el 15% del gasto total presupuestado para el año que viene: $150 millones serán Letras de Tesorería a 360 días (deuda a corto plazo) y $350 millones serán créditos (deuda a mediano y largo plazo) para obras que no se especificaron cuáles serán.

Ahora el Concejo Deliberante capitalino fue convocada a sesión extraordinaria para tratar el proyecto de Tarifaba Bianual que prevé aumentos en tasas e impuestos municipales del 30% para el 2018 y del 20% para 2019; que le podrían generar unos $200 millones extras por año (que aportarán los vecinos) a la nueva administración de Cambiemos en la Ciudad de Corrientes.

La otra herramienta económica a la que le echó mano el intendente Eduardo Tassano es a la Caja Municipal de Préstamos, organismo recaudatorio y administrador de grandes activos financieros que intervino desde el primer día de mandato.

Además de cobrar los impuestos municipales y pagarles el salario a 7.000 trabajadores municipales, la Caja Municipal de Préstamos administra 2.400 hectáreas del predio municipal Santa Catalina que está en proceso de urbanización y cuenta con más de $580 millones en activos, que en el corto plazo se transformarán en recursos: lotes con servicios para viviendas, comercios, edificios y espacios en un Parque Industrial que salieron a la venta al mercado inmobiliario.

Sin dar todavía las explicaciones institucionales correspondientes, Eduardo Tassano disolvió el directorio de la Caja Municipal, que incluía un director en representación de los trabajadores municipales que fue elegido por los agentes comunales en elecciones libres.

El nuevo Intendente de Cambiemos designó un Interventor, el contador Jorge Walter Sonza (oriundo de Caá Catí), por lo que la Caja Municipal de Préstamos perdió el “control obrero” y sus recursos quedaron a plena disposición del Ejecutivo comunal.

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