Desde ahora los partidos políticos tienen hasta el 19 de agosto para designar candidatos, es decir que la alianza Encuentro por Corrientes-Cambiemos (que administra los recursos públicos en la Provincia) aún tiene 53 días para resolver la encarnizada lucha por la postulación a Ejecutivo provincial.

Es que los dirigentes de la coalición están pocos acostumbrados a resolver cuestiones por medio de mecanismos democráticos. Lejos de llamar a internas no escatiman en esfuerzos para caerle en gracia a Ricardo “Lalaca” Colombi, quien busca a un sucesor que le garantice el sostenimiento de sus espacios de Poder cuando deje Gobierno.

El que cumpliría con el requisito de “fidelidad” sería el abogado ituzaingueño Gustavo Adolfo Valdés. Actualmente se desempeña como diputado nacional y cuenta con cierto respaldo de los funcionarios de Balarce 50.

Además Valdés se diferencia de Carlos Vignolo y Eduardo Vischi, los otros dos “pre-candidatos” de la UCR, porque carece –por ahora- de causas penales en curso, mientras que sus competidores fueron denunciados por irregularidades adminstrativas ante la Justicia Federal. Trascendió que Vischi, además, tendría vínculos con imputados en una causa de lavado de activos.

El que se quemó con leche

La frase popular dice que “quien se quema con leche ve la vaca y llora” para significar que nadie desea cometer los mismos errores dos veces.

Y Ricardo Colombi quiere evitar la experiencia que tuvo con su primo Arturo Alejandro Colombi en 2005.

Arturo había sido designado para representar a la UCR en las votaciones a gobernador de ese año y su misión sería cuidar el puesto de Ejecutivo de Ricardo, quien se había postulado para un cargo en el Congreso.

La idea de "Lalaca" era gobernar a “control remoto”. Pero, entre 2005 y 2009 -tiempo en que duró el mandato de Aturo- Ricardo perdió poder y tuvo que rearmar su estrategia para volver a Corrientes.

Esto fue porque su hombre de confianza había resuelto utilizar todos los recursos económicos y partidarios disponibles para desterrarlo de la escena política, objetivo que se vio frustrado ya que ambos dirimieron diferencias, finalmente, en las votaciones de 2009.

Pero el ballotage de ese año estuvo precedido de acusaciones judiciales –causas abiertas en los fueros federales y ordinarios-, hechos de violencia protagonizados por partidarios de uno y otro, y hasta muertes en dudosas circunstancias, como las de Hernán González Moreno quien apareció con un tiro en la cabeza tras denunciar a Ricardo Colombi.

Esa fue una firme presentación por delitos económicos, proceso judicial que aún continúa activo pese a que se perdieron varios cuerpos del expediente.