Judiciales y Policiales
Cuatro allanamientos en Corrientes

Detienen a sospechoso de asaltar las oficinas de un diario

El ministro de Seguridad de la provincia y los jefes de la Policía, obviaron llevar adelante una política preventiva de seguridad, pero están prestos para fotografiarse luego de ocurridos los atracos.

En la investigación por el asalto a la Editorial Correntina, la Policía detuvo este miércoles a un hombre de 31 años, identificado como Javier Olivares, apodado “Carayá”, por estar sospechado de haber participado del atraco del que una banda de cuatro integrantes se llevó unos 6.000 pesos del inmueble donde funciona el Diario Época.

La detención fue en el marco de cuatro allanamientos realizados en barrios periféricos de la ciudad de Corrientes donde se domiciliarían los sospechosos de haber asaltado el lunes pasado las oficinas del matutino.

Los operativos fueron desarrollados en el barrio conocido como “La Lata” un sector de la zona de la calle Mendoza al Sur, donde los efectivos ingresaron a dos viviendas y hallaron pruebas que servirían de indicios para avanzar en la investigación, pero no hubo detenciones.

En tanto, en otras dos intervenciones realizadas en el barrio Pujol, fue apresado Olivares. En el domicilio del sospechoso encontraron prendas de vestir similares a las que tenía uno de los maleantes, según la descripción de los testigos del asalto, y hallaron una barreta con la que, supuestamente, abrieron la oficina de donde sustrajeron el dinero.

El asalto fue el lunes 24, cerca de las 5 cuando los maleantes irrumpieron en el edificio donde funciona el Diario Época, uno de los más tradicionales de la provincia, en la calle Irigoyen 835.

Según dieron a conocer fuentes policiales, “dos de los malvivientes redujeron al guardia de seguridad y lo golpearon en la cabeza”. Mientras eso ocurría, un tercer ladrón “se dirigió a portería donde maniató al empleado de turno y se llevó la recaudación de la venta de hasta ese momento”.

Pero, cuando se desarrollaba el atraco, llegó un patrullero policial con el que se retiran los ejemplares destinados a las Comisarías. Esta situación alertó a los maleantes quienes se quitaron las capuchas y escondieron las armas.

Uno de ellos desconectó la computadora del sector de seguridad, y luego salieron del edificio simulando que eran clientes. Tras esto, subieron a un automóvil que estaba estacionado frente al edificio, donde los esperaba un cuarto integrante de la banda para abandonar el lugar.

Tras las pericias correspondientes en las instalaciones afectadas, personal de inteligencia continuó con las tareas de investigación buscando más pistas en imágenes de cámaras de seguridad de edificios y casas aledañas. Estas imágenes habrían permitido identificar a Olivares, el único detenido por el hecho.

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