Judiciales y Policiales
Sigue el escándalo

Viuda del penitenciario se atribuyó el homicidio

Lorena Encina, la viuda de Tichellio dijo que colaboró en el homicidio porque fue amenazada.

Lorena Encina, la viuda de Gabriel Tichellio, policía penitenciario asesinado a mazazos mientras dormía, declaró ante el juez Juan Manuel Segovia y se atribuyó la participación en el crimen. Durante su declaración dijo que actuó amenazada por su amante, Beatriz Jara, quien habría sido la autora material y quien, según su declaración, la amenazó de muerte a ella y a sus hijos para que colabore en la comisión del delito.

El abogado Hermindo González, quien representa a la madre y a los hermanos de la víctima, sostuvo tras la audiencia que “más allá que reconoce la participación en el hecho que se le imputa, Encina manifiesta que la participación de ella tuvo que ver con una coacción de Jara, con un arma de fuego hacia su persona y amenaza de muerte a sus hijos”.

Pese a la autoincriminación el letrado consideró que “fue una declaración con visos de falacidad, pero a la vez aportó algunos elementos de interés que sin duda robustecen la imputación que pesan sobre ellas y que abren caminos de investigación de mucho interés”.

El letrado, tras haber participado de la audiencia, dijo que en la declaración, la imputada “incorpora también un elemento cuando cuenta que estaba en una pieza de la planta baja de su domicilio, oyó la a voz de un hombre”.

Desde su punto de vista esto abre la posibilidad de la participación de otra persona más en el crimen. Mientras, el defensor de Encina, el abogado Pablo Sosa, puso en dudas la investigación al sostener que todavía no se incorporaron pruebas.

“Mi defendida ha pedido someterse al acto y contar realmente lo que paso ese día ante su Señoría. Si bien, en un primer momento se abstuvo de rendir declaración, la señora siempre se prestó; en un principio del hecho, declaró como testigo”, dijo al reforzar la hipótesis de una supuesta amenaza para que participe en el hecho.

En tanto, la defensora oficial, Patricia Barbis, quien representa de la otra imputada, Beatriz Jara, puso en dudas los dichos de la declarante. “En ningún momento compartimos la versión que ha manifestado”, sostuvo y adelantó que recién el lunes tendrá acceso a las pruebas.

Mujeres asesinas

El caso del crimen del penitenciario Gabriel Tichellio ocurrió el jueves 26 de julio mientras dormía la siesta en la habitación de la planta alta de su casa recibió cinco mazazos en el cráneo y murió. Sospechan que Jara fue la autora material. Ella mantenía una relación amorosa con Encina y juntas habrían planificado el crimen.

Ese día, luego de almorzar, Tichiello fue a una habitación de su casa a dormir la siesta. Supuestamente las mujeres aprovecharon ese momento para propinarle golpes en la cabeza. Supuestamente, subieron el cuerpo a la camioneta Renault Kangoo del padre de la víctima y -según la filmación de una cámara de seguridad- fueron por calle Guayquiraró, casi llegando a Maipú. Una manejaba el vehículo y la otra la seguía en una motocicleta.

Abandonaron el rodado con el hombre muerto dentro y desaparecieron. Luego, la hermana del penitenciario hizo la denuncia por la desaparición del hombre y a las horas, Encina y Jara fueron detenidas.

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