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Vecinos de Curuzú Cuatiá se movilizan

La desidia del Gobierno hizo caer el funcionamiento de un centro oncológico

El gobierno anunció la inauguración de una obra en el hospital publico y no en un centro oncológico. En gacetillas de prensa presentaron el proyecto privado como una obra publica.

Habitantes del Sur de la provincia se movilizan este 18 de octubre en repudio a las dilaciones del Gobierno provincial de haber trabado la habilitación de un centro oncológico donado por un particular. La obra fue donada por Elena Bonatti quien invirtió 15 millones de pesos en la compra de equipos, edificación del centro médico y la capacitación de los profesionales.

El acuerdo con el Estado provincial fue que una vez culminada la estructura e instalados los equipos el Gobierno debía designar médicos para que trabajen allí y que la institución sería co-administrada con una fundación creada para tal fin.

El edificio está culminado hace cuatro meses pero el Ministerio de Salud no habilitó el lugar y tampoco designó personal. La dilación además pone al desnudo un posible desvío de fondos gubernamentales en la compra de equipos, situación además pondría en riesgo la salud de los pacientes.

El problema está generado por la falta de cumplimiento de un acuerdo entre el Gobierno y Bonatti quien destinó un monto millonario para hacer posible la obra. Según la benefactora, uno de los acuerdos fue que el Gobierno debía cumplir con la instalación de una mínima parte de equipos para hacer funcional el lugar pero, según denunció, “intentaban colocar en los quirófanos dos equipos de aire acondicionado tipo split de uso hogareño, en lugar de instalar el sistema de acondicionamiento acordado y exigido por la normativa sanitaria para este tipo de establecimientos, cuyo valor es por lo menos 15 veces más elevado que el de los equipos hogareños que pretendían instalar”.

Para la inversora, esta situación representa “una trampa que además hubiera puesto en serio riesgo la salud de los pacientes”. Bonatti expresó su indignación por la falta de interés estatal. “Les quiero hablar de otro tipo de cáncer que nos afecta no solamente a nosotros los enfermos de cáncer, sino a toda la sociedad: la indiferencia, la mezquindad, la incapacidad de unirse para hacer un frente común contra esta cruel enfermedad”, escribió.

“Ya sabemos que este Centro ha sido más bien un obstáculo para muchos. Conocemos -o más bien he sufrido- la total indiferencia de la clase política hacia el Centro Oncológico, he enviado a la Gobernación de la Provincia de Corrientes muchas cartas, algunas de las cuales han demorado hasta tres meses en contestar. He recibido buenas palabras tiradas al viento; una ley que regularía el funcionamiento del Centro aún pendiente de reglamentación porque la Provincia en marzo cambió de idea y decidió no hacerse cargo del Centro”, denunció. “¿Quieren saber si este Centro funcionará?”, preguntó en su carta pública, a la que respondió: “No lo sé”. Desde Europa, donde permanece bajo cuidados médicos por una dolencia que la aqueja, dio a conocer: “Yo ya compré todo el equipamiento necesario así como también todas las máquinas de última generación, que están en un depósito desde febrero de 2018 a la espera de la inauguración del Centro, que a esta altura ya no sé si tendrá lugar”.

Y en este sentido se manifestó molesta por la actitud del gobierno al explicar que “para graficar la indiferencia de la administración les doy un ejemplo que habla por sí solo: habiéndome pedido rehacer los quirófanos y construir una nueva sala de esterilización del Hospital Irastorza firmé un contrato con el Gobernador de la Provincia de aquel entonces en el cual me comprometí a realizar los trabajos por un total de 400.000 dólares y la Provincia asumió el compromiso de equipar los quirófanos, la sala de esterilización, la unidad de terapia intensiva”.

Respecto a la falta de cumplimiento del acuerdo estatal, sostuvo que “mi director de obra, Marcos Huber, tuvo que poner el cuerpo y detener el trabajo de los técnicos de una empresa contratista enviado por el Ministerio de Salud Pública, que intentaban colocar en los quirófanos dos equipos de aire acondicionado tipo split de uso hogareño, en lugar de instalar el sistema de acondicionamiento acordado y exigido por la normativa sanitaria para este tipo de establecimientos, cuyo valor es por lo menos 15 veces más elevado que el de los equipos hogareños que pretendían instalar”.

Lejos de buscar un acuerdo para que el centro hospitalario funcione, el siempre cuestionado ministro de Salud de la Provincia, Ricardo Cardozo, atacó a la mujer que invirtió una cifra millonaria para hacer posible una obra que el Estado no está en condiciones de realizar. Justificó la actitud gubernamental en que “nosotros tenemos la responsabilidad de administrar los recursos del pueblo”, como si fuese que la instalación de equipos en un hospital es un gasto y no una inversión.

En lugar de referirse a la falta de inversión en el Centro Oncológico, el funcionaio apuntó que “unos 20 millones están destinados y se puede ver en el sector de Cirugía, Esterilización y de Terapia Intensiva de nuestro hospital de Curuzú Cuatiá”.

Y en ese contexto dijo que en el hospital público “solo queda instalar la mesa de anestesia que ya está en el lugar y culminar unos trabajos para la instalación de la estabilizadora que también está en el lugar”, indicó y remarcó: “Yo garantizo que el día del aniversario de la ciudad (el próximo 16 de noviembre) vamos a estar inaugurando con el gobernador Gustavo Valdés el Quirófano, la Terapia Intensiva y la Sala de Esterilización en el hospital de Curuzú Cuatiá”.

Aseguró que hubo intentos de acercamiento, pero aparentemente el funcionario desconoce la situación de salud de la señora benefactora. “Llamé a la señora Bonatti, pero parece que no está en el país. Supongo que no está bien asesorada. Si hay imputaciones de sobreprecios es grave, y responderemos con nuestra área legal. No hay compras privilegiadas”.

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