La situación, en cierta forma, es beneficiosa para el macrismo que carece de referentes de peso en la provincia. En tanto, Valdés busca ocupar ese espacio vacío que ninguno de los dirigentes del partido del por estas horas presidente pudo ocupar.

En ese escenario, quien supo sacar provecho fue Marcelo Gustavo Rivas Piasentini. Desde su cargo anterior, cuando cumplía el rol de Secretario de Finanzas supo condicionar a su jefe inmediato, es decir, a Vaz Torres. Lo hizo apelando a resaltar las falencias del ahora ex ministro quien carece de tacto para el diálogo y se caracteriza por ser controversial, especialmente con los sindicatos.

Fue el conflicto con los docentes lo que supo aprovechar Rivas Piasentini para empezar a “serruchar” el piso a Vaz Torres. Ocurrió en marzo, cuando seis gremios de educadores amenazaron con iniciar una medida de fuerza si el gobierno no ponía en marcha un programa de recomposición salarial anual.

Es que Vaz Torres, había polemizado con los sindicalistas y hasta les había negado la posibilidad de incrementos y hasta había dicho que “hay quienes luchan por lo suyo pero tienen una representación gremial que no está a la altura de las circunstancias; en este contexto, se tiene los resortes para que en la próxima elección sepan elegir a quien le represente”, al hacer referencia a los sindicalistas docentes.

Esto llevó a que los gremios pongan como condición para dialogar con el gobierno que Vaz Torres no participe de las negociaciones y, fue así que el segundo del área económica se puso al frente de las charlas. Logró que cinco de los seis grupos docentes eviten ir a la huelga y acepten una recomposición salarial escalonada.

En consecuencia, llevó a que Valdés lo considere uno de sus principales consultores en cuestiones de manejo de la caja pública lo que llevó a que Vaz Torres pase cada vez más a un segundo plano. Finalmente, este último debió renunciar al cargo y no se le designó en otra oficina de gobierno.

Rebelión en la Casa

Las huestes de Ricardo Colombi están cada vez más escasas de dirigentes dispuestos a sostenerlo. Acusado de narcotráfico, investigado por trata de personas, lavado de activos, evasión fiscal, abuso de autoridad, incumplimiento de deberes y un sinfín de delitos federales, el ex intendente de Mercedes se queda cada vez más solo.

Los que supieron acompañarlo en sus épocas de Gobierno, hoy se muestran cada vez más lejos. Uno de ellos es Carlos Vignolo, ex jefe de gabinete del Gobierno de Colombi, ex intendente capitalino y quien ocupa hoy el cargo de administrador del Plan Belgrano.

El veterinario, ex funcionario del colombismo, actualmente está a cargo de un programa por medio del que el Gobierno nacional había prometido obras, con el fin de fortalecer las economías de las provincias del Norte argentino. En realidad, el proyecto es una excusa para canalizar recursos y posicionar a los “gerentes” provinciales de este plan, todos ellos dirigentes radicales desilusionados con el papel de la Unión Cívica Radical.

Estos son los encargados de manejar ciertos fondos millonarios destinados a obras, principalmente en pueblos del interior, con las que tratan de instalar referentes macristas de cara a las próximas elecciones.

Además, de responder, sin opción, a Vignolo, quien es conoocido por ser el estratega del radicalismo correntino. Recordemos que éste, tiene como misión estructurar las estrategias del macrismo para afrontar las próximas elecciones en medio de un escenario muy negativo.