Judiciales y Policiales
Adolescente fallecida en un inquilinato

Caso Irina López: Piden la declaración de cuatro profesionales que analizaron el cadáver de la menor

La madre de la menor fallecida se presentó como querellante, pero fue denunciada por desproteger a su hija.

El defensor de los cuatro extranjeros detenidos por la muerte de la adolescente Irina López en el barrio San Marcos, solicitó que se cite a declarar en calidad de testigos a cuatro profesionales del Instituto Médico Forense del Poder Judicial que realizaron la autopsia de la chica.

El interés del abogado Sebastián Pardo es establecer cuáles fueron las causas médicas del fallecimiento de la joven de 15 años. El profesional del Derecho sostiene que ninguno de sus defendidos causó el daño que derivó en la fatalidad.

En este sentido había objetado la primera opinión de los galenos del Poder Judicial de Corrientes ya que, según considera, “adelantaron una opinión” sin haberse concluido los estudios.

Tras esto el defensor ofreció medidas de pruebas “conducentes a la averiguación de la verdad objetiva”, pero además pidió que se cite a declarar a un jefe de gestión administrativa del Instituto Médico Forense, al Decano de esa institución, y a dos bioquímicos forenses.

En el escrito pidió a la jueza Norma Beatriz Agrasso que los funcionarios citados respondan unas 50 preguntas que serán proporcionadas oportunamente por la defensa, y solicitó que se fije a la brevedad las fechas de las audiencias peticionadas.

Asimismo el abogado justificó su pedido “ante la imperiosa necesidad de que los facultativos respondan sobre cuestiones ineludibles que hacen a su actuación profesional en relación con la actuación del Instituto Médico en el presente legajo, y a la directa vinculación de este pedido con el debido proceso y la defensa en juicio que asiste a mis defendidos, siendo estas medidas conducentes para el avance de la presente causa”

Las indagatorias solicitadas es a fin de analizar las hipótesis que sostiene la defensa respecto de las causas del fallecimiento de la menor que, según sostiene la defensa, no fueron generadas por los imputados.

Respecto a esto Sebastián Pardo había sostenido que “hay dos declaraciones testimoniales que mencionan que cuando cruzaba la vereda Irina se tomaba del abdomen y la cadera, y están prácticamente convencidos de que Irina estaba embarazada por los coágulos que cayeron de su cuerpo, el día del hecho”.

En relación a esto afirmó que “la hipótesis es que Irina produjo un aborto espontáneo cuando mantenía relaciones con uno de los implicados”, y que “al estar embarazada nuevamente y haber tenido una cesárea, hace que la placenta no pueda ubicarse donde tiene sino en el cuello del útero y esto produce el aborto espontáneo”.

Otra teoría es que la muchacha “pudo haber influido es si ella estaba tomando algún medicamento y ver si había resto de Misoprostol en su cuerpo”.

El abogado defiende a los ciudadanos brasileños Wenderson Souza, de 22 años, Felipe Macedo de Souza, de 23 años, Marcos Silva Juniors, de 23 años, Ana Carolina de Jesús Santana, de 27 años, Laecio Macedo, de 27 años, y Luis Macedo de 36 años, todos ellos acusados de haber intervenido en los hechos que derivaron en el fallecimiento de Irina López.

El defensor además había pedido que se investigue a la progenitora de la víctima, Griselda López, debido a que habría desprotegido a su hija menor de edad ya que entró en estado de gravidez a los 13 años producto de las relaciones sexuales con un mayor aún no identificado, y “la madre de la víctima nunca denunció el hecho ante las autoridades competentes como tampoco protegió a su hija del hecho cometido”.

La causa que se lleva adelante es por la muerte de Irina López, de 15 años, y madre de un niño de 6 meses en un inquilinato de la calle Honduras, en el barrio San Marcos de Corrientes, donde la chica había sido hallada muerta, desnuda y ensangrentada en una habitación de una pensión ubicada en la calle Honduras entre La Paz y Maipú, del barrio San Marcos.

El hecho ocurrió el 2 de enero, después que la adolescente y su madre compartieron con sus vecinos –señalados como sospechosos- un asado en un baldío ubicado frente a la pensión en la que vivían.

Luego, la madre habría abandonado el lugar para para acondicionar las ropas de los mismos vecinos que, supuestamente le pagaron para que realice esa tarea.

La mujer habría escuchado el llanto del bebé, y le pidió a su otra hija de 9 años que busque a su hermana. Los vecinos le habrían dicho que había salido para comprar carne.

Según dijo a los medios Griselda López bajó a ver al niño que lloraba y fue cuando encontró el cadáver de su hija. También dio la versión que fue la nena de 9 años la que vio primero el cadáver.

Aparentementes, según sus dichos, en esa habitación, estaba uno de los que está detenido.

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