La situación es producto de la política económica nacional que se profundiza con el aumento de la luz que en la provincia llegó al 301%.

Denuncian también que el Estado correntino desatendió la problemática y les negó ayudas económicas.

Según Pablo Blanco, presidente de la Asociación de Productores Hortícolas de la Cuenta del Arroyo Santa Lucía “no hay otra opción de tirar el tomate”.

Esto es porque a los horticultores de le hace imposible ubicar la producción debido a que bajó la demanda y que “los pocos compradores que vinieron ofrecían unos $30 por un cajón de 20 kilos”.

El precio es muy inferior al costo de producción. Cada productor invierte aproximadamente $230 para poder producir 20 kilogramos de tomate.

El dirigente hortícola afirmó que la situación de la producción primaria es más grave respecto del año pasado. “En 2017 terminamos regulando para abajo. Hubo picos de precio durante el año pero fue insuficiente para cubrir los costos”.

Para conservar la producción “muchos productores se endeudaron para producir, pero con un dólar que varía hacia arriba y esto afecta porque los insumos que se usan se comercializan en precio dólar”.

También hubo incrementos en los costos de logística debido a que “aumentó el combustible que es necesario no sólo para moverse dentro de la finca sino que también afecta en la logística para el transporte del producto”.