El criminal argentino pidió a los jueces que el proceso tenga celeridad y hasta dijo que está dispuesto a responsabilizarse por los hechos que se le imputan, pero con la condición que no lo envíen a la Argentina.

El prisionero contó a los jueces que si bien la Justicia portuguesa aceptó extraditarlo, prerfiere cumplir la mayor parte de la condena en Europa y se negó a dejar ese continente.

Explicó que “en Argentina no viviría mucho tiempo” ya que, según afirma, lo buscan para asesinarlo.

Esa fue la razón por la que asumió la autoría de los hechos y dijo que “sería mejor” una pena alta.

Igualmente, su extradición sólo sería posible después que cumpla al menos un tercio de la condena por los asaltos cometidos en Portugal, siempre que la Justicia de ese país considere que están dadas las garantías y condiciones de seguridad para que continúe detenido en Argentina.

Luego de esta declaración los jueces portugueses decidieron frenar el juicio y trasladar las audiencias a un lugar más seguro.

Esto se debe a que, por un lado, existe cierto riesgo en que quieran atentar contra los imputados. Pero además se debe a que los abogados de los dos argentinos y de sus consortes de causa –un portugués, un guatemalteco y un español- “se negaron a entrar a las audiencias al alegar que no deben ser sujetes a medidas de seguridad con el detector de metales”, dieron a conocer funcionarios judiciales.

Ante esta situación la presidente del Tribunal, Elisabete Reis, ordenó que de negarse a ingresar se nombren defensores oficiales para garantizar la continuidad de las audiencias.

Debido a que los letrados defensores no cedieron en la actitud intervino como mediador de la situación Rui Tavares, vice-presidente del Consejo Regional de Orden de Abogados y Carlos Malheiro, presidente de la Delegación de Loures de la Ordem de los abogados –instituciones similares a la de los Colegios de Abogados en Argentina-.

Según la información a la que tuvo acceso NOVA, estos letrados hablaron con los jueces y con los letrados intervinientes en una especie de audiencia conciliatoria en la que se acordó trasladar la audiencia a un edificio más seguro.

Tras esto se acordó continuar el jucio a la hora 14:00 (hora 18 de la Argentina) el 24 de mayo en el Tribunal de Monsanto, en Lisboa, un edificio dotado con fuertes medidas de seguridad pensado para llevar adelante debates en los que están involucrados delincuentes de alta peligrosidad.

El comunicado de las autoridades judiciales portuguesas expresa que "atento a las circunstancias y entendiendo que al tribunal no le compete las cuestiones de seguridad ni en las instalaciones que fueron desde el inicio del juicio análisis de validación del riesgo del proceso, y no se juzgó con el fundamento de la justificación de los abogados que representan a los detenidos, , se determina que las ulteriores sesiones del juicio pasen a tener lugar en el Tribunal de Monsanto”, justifica el despacho rimado por la jueza Elisabete Reis, y sus pares Ana Baptista e João Claudino.

Para los magistrados esta solución permite solucionar “las cuestiones y dificultades impuestas”.

La primera sesión del juicio se llevó a cabo el 07 de mayo. El debate debía iniciar el 12 de marzo pero había sido suspendido por pedido de los abogados defensores.

En ambos días se movilizaron más de 100 efectivos de la Policía Judicial munidos de armas largas, perros, dispositivos para detectar metales y rayos x.

Antes del inicios de las sesiones el Grupo de Intervención y Seguridad Penitenciaria desalojaron el edificio y registraron todas las salas con perros adiestrados en búsqueda de elementos sospechosos que pudieran ser utilizados contra los jueces y los prisioneros.

También se instalaron en forma permanente efectivos de las fuerzas de seguridad en el interior y el exterior del edificio.

Estas medidas son porque Rodolfo "El Ruso" Lohrman y a Horacio Maidana, de 53 e 57 años, son considerados delincuentes de alta peligrosidad.

Actualmente están detenidos en la prisión de alta seguridad de Monsanto, en Lisboa a la espera que culmine el juicio en su contra y con la extradición pendiente a la Argentina.

En nuestro país son buscados desde 2003 por el secuestro de Cristian Scaerer, de 21 años, hijo de Juan Pedro “El Vasco” Schaerer, uno de los ministros más influyentes del Gobierno correntino por aquellos días.

Los delincuentes secuestraron al joven en su casa del barrio Las Tejas, en la Capital correntina y se lo llevaron, entre otros lugares, a Paso de los Libres.

La familia Schaerer pagó su rescate, pero los delincuentes nunca lo devolvieron a su hogar.

Esto derivó que Lorhman y Maidana figuren en la lista de criminales más buscados en el mundo. La Policía Judicial de Aveiro, Portugal, los detuvo en 2016 al haberlos sindicado como los líderes de una organización criminal transnacional quienes, según el Ministerio Público, atacaron con violencia cuatro bancos, entre 2014 e 2016, de donde sustrajeron 235 mil euros –unos 7 millones de pesos- que fueron girados a cinco países.

En esta causa están imputados también Manuel Garcia, un guatemalteco, de 32 años, y Christian Gomez, 35 años, de nacionalidad española – quienes están detenidos por asalto a bancos. También está involucrado por estos atracos Jaime Fontes, un portugués, de 33 años, quien también está imputado por tráfico de drogas y deberá ser llevado a juicio luego que culmine el juicio en su contra por los atracos.