Aseguran que “el 70 por ciento de ellos está en negro y el jefe comunal actual se niega a dar un informe sobre el personal”.

En relación a esto afirman que “la mayoría de los trabajadores municipales de Mburucuyá son changarines que cobran 110 pesos por día trabajado, por lo que no perciben ningún pago por sábados, domingos y feriados” lo que genera “una angustiante precarización de la economía familiar”, indicaron en un comunicado.

Las conclusiones surgen de un relevamiento realizado por los ediles para conocer la situación laboral “porque el intendente radical Pablo Guastavino –conocido con el alias de “Kelo”- se niega a brindar un informe oficial sobre la planta de personal”.

“Los feriados no comen, podemos afirmarlo claramente, porque si no consiguen una changa ese día en otro lugar del pueblo no tienen para comer, con una inflación que come el bolsillo”, afirmó el concejal Gustavo Aromí.

El edil sostuvo, en base a los datos del relevamiento que “el 70 por ciento de los trabajadores está en negro, sin obra social, aporte jubilatorio ni ART. Cuando tienen un accidente de trabajo, son derivados al hospital local y deben costearse sus medicamentos”.

En tanto, los obreros de planta permanente tampoco están en una situación mejor, ya que “ganan en su mayoría 6.000 pesos por mes, pero si faltan un día el intendente les descuenta casi la mitad, porque el pago por presentismo es de $3.000” sostuvo

En este marco ejemplificó, como ejemplo, que un trabajador del área de maestranza consigue un pago mensual de $7.300 pesos en bolsillo teniendo 20 años de antigüedad. “Del salario del que está en planta, solo 4 mil pesos son en blanco y el resto en negro”, sostuvo.

La situación se presenta en la localidad de Mburucuyá donde gobierna Pablo Guastavino, de la alianza ECO-Cambiemos.

Este continúa el mandato de su hermano Cristian quien cumplió su mandato en 2017 y ahora se desempeña como funcionario de Eduardo Tassano, en el municipio de la Capital correntina.

Los concejales también denunciaron que en el intendente de Cambiemos en Mburucuyá “no cumplió su anuncio del 1° de marzo, el de dar un aumento salarial del 30 por ciento en tres cuotas este año. En lo que va de 2018, los trabajadores todavía no recibieron ningún incremento”.

Afirman también que “Guastavino quiere aprobar en el Concejo Deliberante el Pacto Fiscal que le exige transparencia en las cuentas, cuando él ni siquiera es capaz de dar un informe sobre la grave situación de la planta de personal municipal”, según señaló el concejal Mario Soto.

Por su parte el concejal Marcelo Romero señaló que “pedimos a Guastavino que explique cómo hará para regularizar a los trabajadores precarizados cuando el Pacto Fiscal le impide contratar más empleados”.

Otro edil, Franco Cáceres agregó: “también solicitamos al intendente que diga ahora cómo va a cumplir su promesa del 30 por ciento de aumento salarial para los changarines si todavía no empezó con la primera cuota y el Pacto Fiscal le exige que no eleve el gasto público”.

Por esta situación, los concejales Aromí, Soto y Romero del PJ; y Cáceres, del Frente Renovador exigieron al intendente que brinde un informe sobre su política salarial y sobre qué planes tiene para regularizar a los trabajadores.

“Dicha batalla, venimos librando desde 2015 porque los hermanos Guastavino se caracterizan por no ser transparentes, no tienen los papeles al día ni han nnca mostrado las cuentas públicas”, agregó Aromí.

El edil agregó: “Es insólito que el Concejo y los vecinos no puedan contar con un informe oficial sobre el número de empleados municipales, aun cuando la Justicia provincial ordenó a los hermanos Guastavinos en agosto de 2017 que, en un plazo de diez, entregue los informes requeridos sobre la planta de empleados”.