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Iniciativa del INTA

Las huertas en los espacios de encierro

Las tareas que se realizan en la huerta de cada unidad penitenciaria, favorecen entre otras cosas, en el desarrollo de la autoestima e interacción social de los internos.

Por Violeta Hauck, especial para NOVA

El INTA Corrientes a través del Programa Pro-Huerta del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, acompaña y capacita en un proceso denominado Laborterapia en la huerta, en las 3 unidades penitenciarias de Corrientes Capital.

Las tareas que se realizan en la huerta de cada unidad penitenciaria, favorecen entre otras cosas, en el desarrollo de la autoestima e interacción social de los internos.

“Con solo observar cómo una semilla, se transforma en planta con sus flores y sus frutos, contemplar el milagro de la vida realizado con las propias manos, no tiene precio”, reflexiona el ingeniero Emmanuel Musante, técnico de la Agencia de Extensión Rural Corrientes, quien, desde hace varios años, asiste en las unidades penales arriba mencionadas.

A los internos, se los capacita en huerta orgánica, con la entrega de semillas y a partir de ahora con pollitos bebé para producción de carne, luego se realiza un continuo seguimiento y monitoreo en el desarrollo de todas estas actividades, previamente planificadas.

La unidad penal N°6 de San Cayetano, cuenta con una huerta de 300 m2 donde 4 internos realizan labores en horario matutino, cultivando especies hortícolas de hojas y raíz, de esta manera, aprenden a producir e incorporar a la dieta diaria, verduras, hortalizas y próximamente proteínas a partir de la carne de aves. Respecto a las aves de corral, Musante comenta que, a principios de julio de este año, tomaron el desafío de criar gallinas ponedoras y camperos, provenientes del componente granja del Programa Pro-Huerta.

Desarrollar una actitud positiva permite un mejor desenvolvimiento personal, equilibrio espiritual, autoestima, integración social, entre otros factores interesantes para que el interno realice su propio camino a la reinserción de la vida en sociedad.

La huerta, un aula a cielo abierto

Dentro de la unidad penitenciaria N°6, funciona la escuela secundaria N°71, que a mediados de 2018 incluyeron en la curricula, un aula a cielo abierto donde se da la transversalidad de todas las asignaturas, que se trabaja con los docentes comprometidos con el proyecto de huerta. Así fue como Mabel Medina docente del penal, se acercó a la Agencia de Extensión Rural Corrientes del INTA para articular acciones de apoyo técnico e insumos provenientes del Programa.

Musante explica, además, que hay internos con conocimientos en agricultura, entonces participan de las actividades como alumno-profesor, cumpliendo de esta manera, un rol importante en la transferencia de saberes en actividades productivas y culturales de la tierra, a quienes nunca tuvieron la oportunidad de trabajar en una huerta, por eso, la idea es “aprender haciendo”.

En las actividades educativas, se aprende a conocer desde las características de las semillas, proceso de germinación-emergencia, características fenotípicas, crecimiento y desarrollo de las diferentes especies, que se cultivan en Corrientes y en la región del NEA.

Huerta en el Penal N°4, “Granja Yatay”

Se trata de una superficie de 3500m2, ubicadaen la unidad penitenciaria N° 4. El sargento Claudio Sena es el encargado de la huerta, junto con 6 internos. Diariamente realizan la producción de diversas hortalizas y productos de chacra de manera orgánica, para el autoconsumo, tanto de los internos, como del personal de dicha unidad. Un porcentaje del excedente, se destina para la venta, de esta manera se recaudan fondos para la compra de mangueras, canillas y hojas tabaco para elaboración de insecticidas caseros.

Además de la huerta comunitaria, funcionan otras 4 huertas de producción individual de otros internos para su autoabastecimiento. Quienes también participan activamente en la colaboración de las tareas semanales de la producción de la huerta central.

Desde el Pro-Huerta de la AER Corrientes del INTA, ya se planificó las actividades para la campaña primavera-verano 2018-2019. Se prevén cursos de huerta orgánica para internos y personal de la unidad penitenciaria en cuestión. Se trata de 4 módulos para los meses de septiembre y octubre próximo.

Aprovechando espacios

En la unidad penitenciaria N°1 de la ciudad capital, 7 internos, tomaron la iniciativa de recuperar un espacio sin uso para realizar las actividades de producción de hortalizas para autoconsumo, surgió así la huerta comunitaria.

De los testimonios individuales, los internos abocados a las tareas de la huerta, dicen sentirse ocupados, útiles, un momento de libertad que comprometidos y reconocen que la huerta, les permitió adquirir y mejorar el relacionamiento personal y comunitario.

Cabe destacar que, en esta unidad, en 4 pabellones también se llevan adelante la auto producción de alimentos y multiplicación de plantas aromáticas y ornamentales, como una alternativa más para la reinserción laboral.

En las consideraciones específicas delas actividades que vienen realizándose en las diferentes unidades penitenciarias, Musante finaliza diciendo, que la huerta orgánica y la granja, sirven como aporte para un cambio de actitud frente a la vida, un soplo esperanzador y una oportunidad para la reinserción social, pero además se trata de la incorporación de saberes, una ampliación del conocimiento productivo para el autoconsumo y como microemprendimiento en el marco de la economía social solidaria.

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