Ese lugar fue allanado por orden de la jueza federal Cristina Pozzer Penzo en un operativo realizado el sábado a partir de las 23.

En ese lugar se incautó casi medio kilogramo de marihuana que estaba dispuesta para la venta. Allí se detuvo a la pareja que habitaba la vivienda que funcionaba como un kiosco de drogas, y se incautó una cantidad no precisada de dinero, drogas, teléfonos celulares y documentación.

En tanto, a cien metros de ese inmueble los efectivos intervinieron otra vivienda donde sólo hallaron dos gramos de marihuana, pero no hubo detenciones. “En el lugar había un hombre mayor de 60 años que no fue detenido”, aclaró el jefe del operativo, el prefecto Alejandro Villalba.

El operativo está enmarcado en una causa por la que ya hubo allanamientos en la localidad.

Lo que se sospecha es que ambos lugares intervenidos en último fin de semana operaba parte de una organización que es investigada desde hace al menos un año.