Panorama Político Correntino
Billeteras flacas en el Interior

Valdés amenaza con recortes de fondos a intendentes que no lo invitan a sus fiestas locales

Valdés adoptó la política impulsada por Ricado Colombi, la de aleccionar desde lo político y lo económico a sus adversarios. (Dibujo: NOVA)

La relación de los intendentes opositores con el gobierno provincial tiende a ser cada vez más compleja debido a los condicionamientos económicos que les fueron impuestos a partir de la firma del Pacto Fiscal.

El manejo de los fondos destinados a las obras y a solventar los gastos de las comunas puso en jaque a algunos jefes comunales que se erigían como los posibles conductores de las estrategias electorales de Cambiemos en las próximas elecciones de medio tiempo del año próximo y quienes podrían fortalecer a la oposición en sus territorios en las votaciones presidenciales.

El gobierno, advirtiendo que algunos jefes comunales están fortalecidos como consecuencia de las gestiones que se llevan adelante en cada uno de esos municipios, empezó a “castigar” con recorte de fondos y también les vedó de acceder a herramientas necesarias para que se desarrollen obras.

Pero además el gobernador Gustavo Valdés tiene interés de asistir a todas las festividades locales de los municipios. Es que esa es la excusa que utiliza para observar "in situ" la situación política de cada territorio.

En este plan, además, se genera un cerco a los dirigentes opositores más visibles a quienes además se les censura la participación de reuniones con dirigentes. Uno de los perseguidos es la jefa comunal de la ciudad de Mercedes, Elvira Sánchez de Cemborain ya que su esposo, Victor Cemborain ya anunció su determinación de provincializar su partido Cambio Solidario para pelear por espacios de Poder ante ECO+Cambiemos.

La persecución a los mercedeños alcanza a todo aquel que muestre simpatía por la iniciativa política opositora. Uno de los que ya recibió una “reprimenda” del Gobierno fue el intendente Concepción del Yaguareté Corá, Lucio “Pipo” Fernández.

Este, en la etapa de organización de la fiesta de su pueblo había solicitado al Gobierno una colaboración para embellecer la ciudad y reparar los caminos que llevan al predio donde se desarrolló la actividad.

El pedido no fue escuchado. El Estado provincial no envió fondos ni colaboró con máquinas viales, tampoco se dio solución al abastecimiento de energía eléctrica.

Debido a esto, el municipio de Mercedes, en un acto solidario, envió las herramientas necesarias y los técnicos para que el intendente Fernández pueda trabajar y así la festividad pueda desarrollarse.

Como era de esperarse, el día de la festividad estuvieron presentes gran número de jefes comunales peronistas, opositores el Gobierno, además del dirigente Víctor Cemborain y su esposa Elvira Sánchez.

Pero también asistió el gobernador Gustavo Valdés y parte de su gabinete.

La presencia de algunos dirigentes no fue bien vista por Gustavo Valdés. “¿Qué hace Cemborain acá?¿Quien te dijo que lo invites”, le recriminó el gobernador a Fernández a quien le habría advertido que podría tener dificultades para acceder a programas que administra la Provincia.

Durante toda esa jornada se sintió la tensión entre los funcionarios del Gobierno y el intendente local.

Guardando las apariencas, finalmente, desde la Casa de Gobierno se bloquearon algunos programas de desarrollo local que estaban previstos para esa localidad.

Debido a la experiencia de Fernández, el jefe comunal de San Luis del Palmar, Ricardo Valenzuela tuvo una actitud distinta.

Durante la celebración por el aniversario de su pueblo, convocó al jefe de gobierno provincial, pero tomó los recaudos para que no se cruce con ningún referente opositor.

Estos fueron recibidos en su despacho, participaron de los oficios religiosos y hasta compartieron una reunión a puertas cerradas, que luego se hicieron públicas.

Igualmente Valenzuela tuvo la actitud de homenajear a Valdés públicamente a caso con el fin de evitar un “tirón de orejas” como el que recibió Fernández.

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