Correo de Lectores
Elecciones 2019

Ahora la Provincia también desdoblaría los comicios, ¿se vino la noche para Cambiemos?

Son varias las provincias que confirmaron el adelantamiento de las elecciones y ahora se sumaría Corrientes. (Dibujo: NOVA)

Mauricio Macri salió a hablar un par de días atrás y, como ya se sabe, cada vez que habla es para anunciar o tratar de maquillar alguna mala noticia. Pero a todos sorprendió la clave de su discurso, en el que la crisis y la gravísima situación social que afronta la Argentina desde el inicio de su gestión eran presentadas como “buenas noticias” por las perspectivas que surgirían de este traumático retroceso. Es sabido que al Presidente le encanta dar buenas noticias, pero su gobierno no aporta ninguna para la inmensa mayoría de los argentinos.

Macri sabe que ya no convence a nadie con sus trucos de ilusionista. Jamás llegó el segundo semestre, ni las inversiones, ni la revolución de la alegría, ni la promesa cero, ni las inversiones externas… Por eso, en una tácita demostración de su debilidad, y de que el Gobierno no tiene idea de cómo revertir la caída en picada de todas las variables económicas y sociales, en lugar de interpelar a la ciudadanía para que votara a Cambiemos por sus logros o por un programa concreto, se centró casi exclusivamente a advertir sobre los riesgos de una eventual victoria del kirchnerismo.

A lo largo de todo el espinel político surgieron las dudas sobre las razones por las cuales el Presidente se presentaba en tal estado de debilidad, a la defensiva, presentando sus fracasos como logros, cuando faltan aún varios meses para que la campaña electoral entre en su tramo final.

Las respuestas comenzaron a aparecer hoy, y fueron varias y de todo tipo. La primera tiene que ver con los datos de inflación revelados por el Indec, que con su 2,9 por ciento para enero y una interanual de 49,3 parece dejar a las claras que tanto esfuerzo impuesto a la sociedad ha sido inútil. Para peor, los indicadores inflacionarios de los productos básicos casi duplican a los de la inflación general, con un dólar “contenido” sobre tasas de interés y bonos estatales con unos rendimientos que convierten en irracional cualquier posibilidad de recuperación de una economía productiva, mientras no sólo las Pymes, sino también grandes empresas de larga trayectoria en el país, no dejan de bajar sus persianas, y la desocupación –siempre en alza- afecta a millones de argentinos.

La segunda razón, estrechamente relacionada con esta, fueron los oscuros comentarios que deslizaron los enviados del FMI sobre el futuro de la economía argentina. “A nosotros nos llamaron para contener el alza del dólar”-intentó defender el jefe de la Misión que nos visita. Pero no dejó de reconocer que no habrá registro de crecimiento durante este año.

Dentro del Gobierno molestó tanto la convocatoria que hizo la citada Misión de líderes y referentes de la oposición. Sobre todo, la de Axel Kicillof, lo que se interpretó tácitamente como el FMI ve como muy probable un retorno del kirchnerismo al poder. “¿Hicimos todo lo que nos pedían y ahora nos salen con este martes 13?”-se lamentó amargamente un asesor del más alto nivel.

Pero los datos están ahí, y son reveladores para quien quiera mirarlos. En la Casa Rosada temen que las dos primeras elecciones del año –Neuquén y Río Negro-, decreten otras tantas derrotas para Cambiemos. Neuquén -10 de marzo- el candidato del Gobierno, el radical Horacio "Pechi" Quiroga, marcha tercero cómodo detrás gobernador Omar Gutiérrez (Movimiento Popular Neuquino) y del candidato de Unidad Ciudadana, Ramón Rioseco. Sólo les queda implorar que el MPN mantenga su histórica hegemonía en la provincia para que el impacto sea más leve.

El 7 de abril, el calendario electoral registra elecciones en Río Negro, Allí el PRO no tiene chance alguna, por lo que bajó a su candidato, Sergio Wisky, para apoyar a la radical Lorena Matzen, que mide menos de 14 puntos. Nuevamente, la expectativa de máxima es que el actual gobernador, Alberto Wertilneck, consiga vencer al candidato del kirchnerismo, Martín Soria. Demasiado poco para un gobierno que pretende mostrarse satisfecho por haber hecho “lo que correspondía”.

Para peor, el radicalismo se le ha rebelado por todas partes. En Córdoba consiguió forzar internas para definir las candidaturas, en Mendoza y Jujuy desdobló las elecciones, y en Santa Fe el Comité Nacional decidió intervenir a la UCR provincial, por haber decidido por amplia mayoría, en una Convención, la continuidad de su alianza con el Socialismo, dejando en libertad a sus afiliados de sumarse a este Frente o a Cambiemos. Queda claro que son pocos los radicales que quieren verse identificados con este Gobierno, y muchos más aun los que creen que ir a una elección con lista larga, en una boleta de Cambiemos encabezada por Mauricio Macri, parece una invitación casi segura al suicidio.

Por si esto no fuera suficiente, otro aliado del Gobierno, el gobernador Gustavo Valdés, anunció este jueves que estaba considerando seriamente despegar las elecciones provinciales de las nacionales. "Me inclino más a tener una elección desdoblada", sostuvo, aunque dejando abierta la puerta para cambiar de opinión. El caso correntino es llamativo, ya que la provincia no elige este año gobernador ni intendentes. Pero el trauma del impacto del desprestigio presidencial sobre los candidatos a diputados, legisladores y concejales se ha instalado también allí.

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