“Además de los continuos aumentos del costo de vida -tanto en alimentación como en transportes, servicios y medicamentos- y la proyección de una inflación del 34 por ciento para 2019, nos obligan a tomar posiciones contundentes. Los salarios de las y los docentes argentinos aparecen entre los más bajos y postergados según la OCDE. En ese marco, nuestra paritaria 2018 aun no ha cerrado y nuestros sueldos quedaron por debajo de la inflación en al menos un 20 por ciento, con un 15 por ciento de montos ´en negro´ que afectan directamente a las jubilaciones, obras sociales, préstamos bancarios y aguinaldo”, afirmaron desde ADIUNNE en un comunicado.

Por ejemplo, hoy un auxiliar docente de primera categoría con dedicación simple sin antigüedad cobra menos de 6 mil pesos, incluyendo en ese monto la garantía salarial, un salario que está muy por debajo de la línea de indigencia.

“Por todo esto pedimos: 20 por ciento de aumento por el desfasaje salarial del 2018, 30 por ciento de aumento para 2019, pase al básico de todas las sumas en negro, inmediata aplicación del nomenclador de cargos y adicionales del convenio colectivo de trabajo (antigüedad, zona y título), paritarias sin techo, no a las cuotas, inclusión de la Conaduh a la mesa salarial, no al impuesto salarial (el salario no es ganancia), incremento del presupuesto universitario, pago a los ad honorem, y pase a planta de contratados y monotributistas”, señalaron.