Judiciales y Policiales
Corrientes, provincia narco

Condenaron en Entre Ríos a un narco de Curuzú Cuatiá

Operativo en el que detuvieron al líder narco correntino.

Un narco de la ciudad de Curuzú Cuatiá fue condenado en Entre Ríos por proveer de marihuana a bandas narco de aquella provincia.

El caso demostró una vez más que Corrientes es una zona liberada a los narcos por la falta de políticas del Gobierno provincial para colaborar en la lucha contra el crimen organizado.

El condenado, Sergio Molina estaba domiciliado en Curuzú Cuatiá, donde almacenaba grandes cantidades de estupefacientes que luego eran trasladadas a varias ciudades entrerrianas.

La maniobra ilegal fue descubierta por la Policía de Entre Ríos y la Fiscalía Federal de Gualeguay que llevó adelante una investigación y una serie de operativos que permitieron imputar al correntino proveedor de estupefacientes.

Así, al finalizar el proceso judicial, el Tribunal Oral Criminal Federal de Paraná condenó a diez personas acusadas de integrar una banda dedicada al narcotráfico. Los jueces hicieron lugar a los pedidos, figuras penales y grados de participación establecidos por el fiscal José Ignacio Candioti y el auxiliar fiscal Leandro Ardoy e impusieron penas de entre tres y siete años y seis meses de prisión para los imputados, entre los que se encontraban funcionarios municipales, un integrante de la barra brava de Patronato y un ex policía. Además, hizo lugar al planteo del decomiso de bienes secuestrados durante la investigación.

El caso se originó a partir de una investigación en la ciudad entrerriana de Nogoyá, en la que se determinó que un hombre llamado Diego Orcellet comercializaba estupefacientes junto a su pareja, Solange Romero, en el domicilio de ambos. Luego se determinó que Cesia Romero -hermana de Solange- y Emilse Godoy también se dedicaban a la venta de narcóticos en la zona.

Siguiendo el curso de la investigación, se determinó en el debate oral que Orcellet se abastecía a través de una persona radicada en Paraná, identificada como Hugo Ceola, ligado a su vez con la barrabrava del club de fútbol Patronato. Esta persona además tenía su propio grupo dedicado a la comercialización, integrado por el titular del Área Arquitectura de la Municipalidad de Paraná, Carlos Bernini.

Por último, al avanzar en la cadena de proveedores, se constató que Ceola adquiría estupefacientes a través de Esteban y Héctor Viggiano. A su vez, ambos hermanos eran abastecidos por un hombre domiciliado en la localidad correntina de Curuzú Cuatiá, Sergio Molina, quien además contaba con la colaboración del ex policía Juan de la Cruz Moreno para el transporte de droga.

En su intervención en la etapa de debate, la fiscalía destacó que la investigación avanzó desde un grupo que comercializaba estupefacientes para luego lograr determinar los distintos grados de proveedores y vendedores y sus ámbitos de actuación, logrando así desbaratar toda una cadena de comercialización. De esta manera, solicitó que Molina, Moreno, Bernini, Orcellet, Solange Romero, Hugo Ceola y los hermanos Horacio y Guillermo Viggiano fuesen condenados como coautores del delito de comercialización de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas, mientras que Godoy, Cesia Romero fueron señalados como partícipes secundarios. Además, Orcellet y su pareja deberán responder también por la tenencia de un arma sin autorización legal y la supresión de su numeración.

El Tribunal dictó sentencia respetando la postura del Ministerio Público Fiscal al entender que había grados de responsabilidad repartidos entre coautores y partícipes secundarios. De esta manera, sentenció a Molina y Guillermo Viggiano a siete años y seis meses de prisión, una pena similar a la recibida por Moreno, de siete años. Horacio Viggiano, en tanto, fue condenado a seis años y seis meses de prisión, mientras que Ceola y Orcellet recibieron condenas de seis y cuatro años y seis meses, respectivamente.

Por último, Bernini y Godoy fueron sentenciados a cuatro años de reclusión, mientras que a Solange y Cesia Romero se les impuso una condena de tres años. Además, se hizo lugar al planteo del MPF respecto al decomiso de los vehículos utilizados por la banda y del dinero secuestrado -más de medio millón de pesos entre moneda nacional y dólares- durante los operativos.

Banda interprovincial

En 2016 NOVA Corrientes informó de una serie de operativos simultáneos realizados en Corrientes y Entre Ríos para desarticular una banda narco.

Los allanamientos fueron en las localidades de Curuzú Cuatiá, José Feliciano, Paraná y Nogoyá.

En ese contexto detuvieron a Sergio David Molina y a otros 11 imputados por Juzgado Federal de Paraná en un caso de narcotráfico.

En ese año los investigadores realizaron diferentes tareas en relación a la causa que se investiga por infracción a la Ley 23.737 (de estupefacientes). Con orden judicial, requisaron una vivienda de la ciudad de Curuzú Cuatiá, secuestrando una importante suma de dinero y teléfonos celulares, donde detuvieron a un hombre mayor de edad, quien fue trasladado a la Unidad Penal Nº 1 de Paraná, a disposición de la Justicia Federal.

Fuentes de la investigación confirmaron que se trata de Molina, quien era el proveedor de la droga en Corrientes a Horacio Esteban Viggiano. El encargado de buscarla en la localidad de Itatí (o el lugar que pactaran para la entrega) y trasladarla era el camionero Juan de la Cruz Moreno, quien maneja una empresa de transporte de carga en Feliciano.

El siguiente eslabón en la investigación es Hugo Alejandro Ceola, quien adquiría la droga que le proveía Viggiano. Sería el organizador de la venta de drogas en Paraná, pero que a su vez le proveía a una pequeña banda que operaba en Nogoyá. Para el despliegue de sus actividades, también habría contado con la colaboración de un familiar directo: su hijo, Cristian Alejandro Ceola, alias Conejo.

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