El incremento, sin embargo, es exiguo ante el costo de vida acumulado del año, que es de casi el 15 por ciento.

El hecho sólo lleva a la incertidumbre, debido a que se desconocen cuáles serán las medidas que se tomarán ante los sucesivos aumentos inflacionarios. Los últimos cinco incrementos otorgados a los trabajadores públicos no llegan a cubrir el porcentaje inflacionario ya que, en abril y mayo el aumento de precios de la canasta básica fue superior al 7 por ciento -el incremento anunciado de 5 por ciento- pero aún no existe novedad de cuánto será el aumento que se debería dar en 4 meses.

Es que, si se sostienen las previsiones del Gobierno, en ese mes habrá una inflación superior al 11 por ciento.

En este contexto, es necesario tener en cuenta que los aumentos sólo alcanzan a los empleados públicos, pero quienes están desocupados o se desempeñan en actividades privadas quedan fuera de esas “soluciones” que propone el gobierno ante la presión de la crisis.

Es por ello que desde la oposición se alzaron las voces en crítica contra la política salarial del Gobierno, pero también contra la gestión de la economía que generó un 50 por ciento de pobreza en la provincia con un 16 por ciento de indigencia.

Desde el punto de vista de los dirigentes de la oposición, la entrega de dinero cada 15 días a los empleados públicos, por medio de “plus” e incrementos que no se condicen con la inflación, solo pone en relieve la falta de acciones para garantizar el acceso a la alimentación y cubrir las necesidades básicas insatisfechas.

El candidato a senador por Unidad Correntina, José Sanánez, había hecho notar que el discurso oficial está muy alejado de la realidad porque “la gente está muy preocupada por el costo de tener cuatro comidas por día para una buena alimentación, por lo que significa andar sin conseguir trabajo y no llegar a fin de mes”.

En el mismo espacio, Sonia López, líder del partido Convocatoria Popular, consideró que “los barrios de la Capital muestran una realidad cada día más injusta porque el modelo económico de Mauricio Macri y de ECO-Cambiemos les generó un empobrecimiento mayor con la inflación, las tarifas y la falta de trabajo”.

Remarcó que “la gente nos cuenta que se terminan las changas, que las jubilaciones y pensiones no alcanzan y que hay un gran abandono del Gobierno provincial y municipal de ECO en todos los servicios”.

Mientras tanto, el diputado provincial opositor, Martin Barrionuevo, remarcó que las propuestas salariales del gobierno son “amarretas y quedan a mitad de camino”.

Consideró que los supuestos aumentos son en realidad “adelantamientos” pero que igualmente, las subas anunciadas “implican alrededor de un 30 por ciento contra una inflación que llegará al menos al 45 por ciento”.

Así las cosas, los anuncios salariales, lejos de mitigar las necesidades económicas de los habitantes de la provincia, que registra el 16 por ciento de indigencia, lleva a generar preocupación respecto de cómo hará el Gobierno para evitar que ese índice continúe en crecimiento y cómo hará para aplacar los ánimos de una población cada vez más superada por la inflación.

Al mismo tiempo, las acciones del Gobierno en materia económica pueden convertirse en un factor que puede jugarle en contra al oficialismo a días de las elecciones legislativas, ya que logró aunar a la oposición bajo un mismo discurso crítico que podrían quitarle votos a Cambiemos el próximo 2 de junio.