Judiciales y Policiales
Tribunal Oral de Goya

Absolvieron a un médico enjuiciado por una muerte por mala praxis

La paciente murió el día de navidad, en 2012.

El Tribunal Oral de Goya absolvió por insuficiencia probatoria a un médico acusado de homicidio culposo por negligencia profesional por la muerte de una paciente en el Hospital Zonal de Goya.

Según informaron fuentes judiciales en el mismo fallo los magistrados rechazaron la querella criminal tras absolver de culpa y cargo a ese médico procesado del delito de homicidio culposo. El TOP rechazó además por improcedente el pedido de analizar como falso la declaración de una testimonial.

La querella acusó al médico de obrar de manera negligente e imprudente en un caso médico que terminó con el fallecimiento de una mujer, ocurrido en el Hospital Zonal de Goya en diciembre de 2012.

Los abogados sostuvieron que la internación de la paciente arrojó un diagnóstico erróneo, que se restó importancia a los síntomas y que la medicación indicada fue errónea. Pero los integrantes del TOP entendieron que el accionar profesional se ajustó -en ese momento inicial- a los parámetros y pautas de la ciencia y práctica médica, en las condiciones y con los medios disponibles en el hospital donde prestaba servicio.

Consideraron que había insuficiencia de pruebas con respecto al grado superior o grosero de error en el diagnóstico y la medicación que tanto la doctrina como la jurisprudencia exigen para que se configure en el acto médico una culpa de naturaleza penal.

El caso había llegado a debate después de cuatro años y fue el primer debate oral y público por mala praxis y abandono de persona en Goya.

El hecho había ocurrido en el Hospital Zonal “Dr. Camilo Muniagurria” hasta donde había llegado Sara Montero, de 46 años que ingresó al nosocomio el 24 de diciembre de 2012, alrededor de las 4 de la madrugada, con un cuadro de dolor agudo de abdomen y fue atendida por un médico de apellido Crai.

El profesional, habría ordenado que le inyectaran una dosis de klosidol, un analgésico a base de dipirona, utilizado generalmente para pacientes que no responden a otros calmantes. Es decir, se trata de una droga que debe ser suministrada en última instancia.

El galeno se habría ausentado del hospital y ya no volvió a tomar contacto con su paciente hasta casi la medianoche del día 25.

En ese tiempo la paciente habría presentado síntomas adversos al klosidol, por lo que le habrían suministrado diclofenac, otro calmante.

La paciente fue derivada a terapia intensiva y horas después entró en estado de coma.

Sara Montero falleció a las 20 del 25 de diciembre. El certificado de defunción indicaba que la causa de muerte fue un shock séptico, abdomen agudo e infección no determinada.

Gonzalo Aranda, hijo de la víctima, realizó la denuncia en la Comisaría 4º de Goya,dondeexplicó lo sucedido ante el oficial César Fleitas, quien informó a la fiscalía de turno para que se efectivice de forma inmediata la autopsia correspondiente.

El debate realizado este 1 de diciembre los jueces Julio Angel Duarte, José Luis Acosta y Romelio Díaz Colodrero consideraron que no habían pruebas suficientes para condenar al galeno.

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