El sindicalista Gustavo Bravo, representante de los empleados de esa industria, explicó que “se está trabajando con horario reducido. Los compañeros trabajan tres semanas y están suspendidos una semana, cobran el 70 por ciento de los haberes".

Eso es parte del acuerdo que firmaron los obreros para conservar su trabajo y seguirá aplicandose este modo de trabajo hasta el 31 de diciembre. "Cuando termine el año nos tenemos que volver a reunir para ver cómo seguiríamos. Se buscó que no haya despidos, resignamos una parte de nuestro sueldo con el fin de que no haya despidos”, remarcó el sindicalista.

La apertura de las importaciones y el aumento de la presión fiscal por parte de la Nación, profundizaron la crisis de las industrias textiles. “Ahora vamos cobrar aproximadamente entre un 25 y 30 por ciento menos, pero la incertidumbre sigue", amplió Bravo. Expuso que el interés de los trabajadores es "que nos garanticen la fuente de trabajo y volver a cobrar nuestro sueldo completo”.

En ese mismo sentido, Bravo mantuvo que “vamos a hacer una presentación para que se le pague el turno perdido porque si hay otro feriado el turno noche se va a ver perjudicado otra vez. Fue una medida unilateral no nos dio tiempo para revertir nada”.

La firma Tipoití es una de las empresas del rubro de las importantes de la provincia anunció y agosto ya había anunciado reducciones de tareas y de sueldos debido a que la crisis económica dificulta la obtención de materia prima, pero también porque la apertura de las importaciones perjudicó al mercado interno.