Las medidas son coyunturales y, es evidente, tienen como fin torcer el resultado electoral del pasado 11 de agosto, cuando Juntos por el Cambio (Eco+JpC) perdió en toda la provincia las votaciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias.

En una conferencia de prensa el ministro de Hacienda, Marcelo Rivas Piasentini, dio a conocer que el Ejecutivo resolvió adelantar los aumentos previstos en noviembre para todos los empleados estatales. Además, se ordenó incrementar el valor del plus extraordinario mensual y del plus remunerativo mensual como también las asignaciones provinciales.

Según esto el plus extraordinario en septiembre será de 2.500 pesos, lo que implica un aumento de 1.200 pesos; mientras que en octubre, mes electoral, será de 2.900 pesos. El plus remunerativo mensual de 5.800 pesos pasará a 6.100 pesos en septiembre y a 6.500 pesos en octubre.

Las asignaciones familiares de 2.500 pesos pasarán a 3.000 pesos en septiembre y a 3.500 pesos en octubre. En tanto, las asignaciones por discapacidad serán de 5.000 pesos en septiembre y en octubre de 5.500 pesos, lo que implica un aumento de mil pesos en dos meses.

Trabajadores estatales

Los docentes, primeros estatales en advertir la pérdida de valor adquisitivo de los salarios, recibirán un aumento de 200 pesos al básico y de igual monto en concepto de Fondo Compensatorio Docente. En octubre percibirán otro aumento, de 380 pesos y 600 pesos por ambos conceptos, respectivamente.

La administración pública en general y los médicos tendrán en septiembre un aumento de 5 por ciento en la asignación de clase; 300 pesos a los de escala única y 300 pesos a quienes se desempeñan en áreas de informática. El aumento de octubre será similar.

Los médicos además percibirán un aumento del 6 por ciento en el ítem “guardia médica y residencia”. Los empleados de Vialidad provincial y los policías recibirán un 5 por ciento en septiembre y un porcentaje igual en octubre.

Con esto, el Ejecutivo espera aplacar los ánimos de los empleados públicos y aguantar la crisis económica que se agravó con la decisión del macrismo de no intervenir para evitar la suba del dólar, lo que llevó a la moneda extranjera a los 63 pesos y a un consecuente incremento de precios de bienes de consumo de hasta un 30 por ciento.