Los estudios fueron contundentes, y revelaron que “de acuerdo a los parámetros determinados, las muestras analizadas no cumplen límites físicos, químicos y bacteriológicos de calidad de agua de acuerdo a lo establecido por el Código Alimentario Argentino para el agua de consumo humano”.

La conclusión corresponde a muestras tomadas en una Comisaría, una escuela y un hospital, y luego entregadas a una empresa privada que también informó que el agua Ph bajo, escaso cloro, y con alta contaminación de virus y bacterias.

Ante la situación la los ediles expusieron la problemática a los pobladores, y avanzarían en trámites para que la firma que presta el servicio actualmente cese.

También consideran conveniente avanzar en una investigación respecto de las causas de la contaminación del agua.

Los problemas iniciaron hace dos años cuando los usuarios de la red de agua notaron que el líquido que sale de las canillas tenían mal olor, y mal sabor.

Desde entonces consumen agua mineral, pero esto afecta a la economía de las familia.

Pese a esto continúan con el consumo de agua envasada debido a que es la única manera de prevenir enfermedades.

La falencia fue comunicada al Instituto Correntino del Agua y el Ambiente, pero el reclamo fue ignorado.

Ahora las autoridades locales irán en búsqueda de soluciones para evitar que la firma local de provisión de agua cese.