El Ministerio de Seguridad de la Nación informó que familiares de adolescentes de Itatí denunciaron que los narcotraficantes reclutaban chicos de las escuelas para hacerlos trabajar. “Agarraban a los chicos cuando salían y les decían ‘vos sos chajá’, y a otros le señalaban ‘vos sos maletero’, también conocidos como ‘bagayero’, y ‘vos cruzas (el río) y traes la droga’ y les pagaban entre 50 y 500 pesos” por día, comentó la ministra Patricia Bullrich.
En Itatí se les llama “chajá” a los jóvenes que se colocan con motos y celulares en varios lugares, desde el pueblo hasta el río Paraná, en el trayecto que utilizan los traficantes para transportar la droga y les alertan del peligro cuando descubren un operativo policial. Los “chajás” que están en botes sobre el río, simulan pescar pero vigilan y avisan cuando advierten la presencia de barcos de la Prefectura Naval.
El chajá es un ave común del litoral correntino, que se caracteriza por proferir sonidos estridentes para avisarles a otros pájaros de la presencia peligrosa de un predador, de ahí la denominación a los jóvenes cuya tarea es advertir a los narcos sobre la presencia policial. Fuentes de la investigación destacaron que los “chajá” no están armados ya que su tarea es solamente la de avisar a los traficantes sobre la presencia policial o de desconocidos para la organización.
En tanto, los “maleteros” o “bagayeros” son los encargados de transportar la marihuana y lo hacen en bultos de hasta 20 kilos en sus espaldas, para lo cual cruzan el río Paraná entre tres y cinco veces por día, desde Corrientes hasta Paraguay, desde donde traen la droga.
Bullrich señaló que el método que tenían los narcos para reclutar a los chicos era que “personas de la misma edad, familiares de Luis Saucedo y Federico Marín, y les decían a los chicos ‘vení que tengo un trabajo fácil para vos y te vas a ganar unos pesos’ y así los llevaban a hacer las tareas”.
“Esto lo había dicho el cura de Itatí, Pánfilo Ortega, que era un pueblo de narcotráfico apañado”, agregó la ministra, quien afirmó que hay “cuatro familias que aparecen más involucradas: la del intendente (Natividad Roger Terán), la del vice (Fabio Aquino), la de Marín y la de Saucedo”, estos dos últimos prófugos.
