Había sido detenido en agosto de 2016 cuando transportaba 570 kilogramos de marihuana en una camioneta Fiat Strada. Por ese hecho lo condenaron a cinco años de cárcel.

Posteriormente lo trasladaron a Córdoba donde era buscado por liderar una organización que vendía estupefacientes en importantes cantidades a bandas de narcomenudeo de la ciudad de Alta Gracia.

En esa ciudad fue defendido por el abogado correntino Jorge Barboza. En su defensa había sostenido que sólo había sido contratado para manejar el vehículo, y que la droga en realidad pertenecía a un hombre de nacionalidad paraguaya, domiciliado en la ciudad de Encarnación, supuestamente apodado “El Don”, según el expediente al que tuvo acceso NOVA.

Aseguró que éste había escapado de un procedimiento realizado en 2015 en la ciudad de Federal, en Entre Ríos, donde se incautó más de media tonelada de marihuana.

Pese a los argumentos del posadeño de 38 años, durante el juicio quedó acreditado que él y sus consortes de causa transportaban marihuana desde Misiones hasta las ciudades de Córdoba y Alta Gracia, donde era comercializada.

La pena máxima fue de 12 años, tal lo pedido por la Fiscalía ante el TOF n°1 de Córdoba que sostuvo la acusación por los delitos de transporte de estupefacientes agravado y confabulación para el comercio de estupefacientes.

En la causa están involucradas siete personas acusadas de conformar una organización narcocriminal que trasladaba cannabis sativa desde la provincia de Misiones hacia las ciudades de Córdoba Capital y Alta Gracia, donde era comercializada y distribuida.

Además, una de las imputadas resultó sobreseída.

De este modo, los jueces Julián Falcucchi, José Fabián Asís y Jaime Díaz Gavier, condenaron a José Luis “Chapa” o “El Don” Chaparro y Hugo Orlando Nielsen a la pena de doce años de prisión, multa de $15.000, accesorias legales y costas, como coautor del delito de organización de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes.

Por su parte, Cristián David “el Ñato” Autelli recibió una condena de diez años de prisión y multa de $12.000 como coautor de los delitos de financiación para el transporte de estupefacientes y confabulación para el comercio de estupefacientes.

Otro de los imputados, José Luis Castillo fue condenado a la pena de siete años de prisión y $3.000 de multa al ser considerado coautor de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes, mientras que imputados por el delito de confabulación para la comercialización de estupefacientes, Cristián Leonardo “el Tata” Sanramé y Viviana Edith Ochoa recibieron penas de 4 años de prisión y 3 años de prisión de cumplimiento en suspenso respectivamente. Asimismo, respecto de Sanramé, el fiscal general Casas Noblega solicitó la extracción de testimonios para que se lo investigue por la presunta comisión del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.

Además se le impuso a Andrea Roxana Giménez una condena de 4 años de prisión –la cual cumplirá bajo el régimen de arresto domiciliario- y multa de $1.000 al considerarla coautora de confabulación para la comercialización de estupefacientes y autora del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.

Finalmente, el Tribunal dispuso la absolución e inmediata liberación de Romina Itatí Meza, por ausencia de acusación fiscal, y ordenó la destrucción de las muestras de marihuana incautadas durante la investigación y el decomiso de cinco vehículos que fueron utilizados por la organización para el transporte de la droga.

La investigación

La pesquisa se inició a principios del año 2014, cuando se comenzó a investigar la existencia de una supuesta cocina de estupefacientes en la localidad cordobesa de Alta Gracia. A pedido de la Fiscalía Federal N°2 de Córdoba, a cargo de Gustavo Vidal Lascano, el Juzgado Federal N°2 de dicha jurisdicción encomendó a la división Drogas Peligrosas de la Delegación Córdoba de la Policía Federal Argentina, una serie de tareas de investigación que permitieron desbaratar a la organización integrada por los condenados, la cual traía estupefacientes desde la provincia de Misiones hasta Córdoba.

Así, en la madrugada del 23 de noviembre, se realizó un allanamiento en un hotel de la ciudad de entrerriana de Federal, en cuya cochera se incautó una camioneta Volkswagen Saveiro con una carga de 530 kilos de marihuana, y se procedió a la detención de Chaparro, Nielsen, Castillo y Meza –en ese entonce embarazada-, mientras que otros tres sospechosos se dieron a la fuga.

Según Chaparro, uno de los fugados sería el verdadero dueño de la droga. Identificó entonces a Mario Ferreyra, un hombre de mediana edad de 1,75 metro, de tez blanca, supuestamente domiciliado en la zona baja de Encarnación.

En ese operativo también se secuestraron una Toyota Hilux, una Ford Ecosport, un Volkswagen Gol y un Peugeot 307, que eran utilizados por la organización para alertar sobre puestos policiales o de la Gendarmería Nacional y para hacer toda la logística para que el estupefaciente llegara a manos de Autelli, quien financiaba el traslado de la droga hasta Alta Gracia, donde la recibiría.

Para el traslado, los condenados se valían de tres camionetas: una Toyota Hilux, una Ford Ecosport y una Volkswagen Saveiro, al tiempo que contaban también con un Volkswagen Gol y un Peugeot 307. Así, el 23 de noviembre de 2015, se interceptó un cargamento de más de 530 kilos de marihuana compactada, que era trasladada en dichos vehículos, cuyo decomiso fue ordenado por el Tribunal.