En relación a esto los tres dirigentes más visibles que tiene el grupo político, Gerardo Bassi, presidente partidario, Carlos “Camau” Espínola y Fabián Ríos mantuvieron conversaciones indirectas durante toda la semana para evitar una interna.

En esas charlas se trataba de consensuar una nómina de candidatos, cuestión que sería definida en forma orgánica siempre y cuando no existan objeciones de la mayor parte de los congresales.

Pero la puja está en el cargo al Gobeernador. Tanto Espínola como Ríos anunciaron meses atrás sus intenciones de ser los postulantes, lo que generó divisiones que fueron más visibles en el ámbito de la Capital donde algunos dirigentes que apoyan a Espínola tuvieron inconvenientes para obtener recursos y para que se les apruebe proyectos.

Como ejemplo está el caso de la Democracia Cristiana, un sector aliado al peronismo que ingresó al municipio con el aval de Espínola que para administrar la Subsecretaría de Coordinación de Políticas Sociales.

Tras el anuncio de las candidaturas del intendente y del senador, el funcionario del área, Fernándo Marcópulos, dejó de recibir fondos para llevar adelante acciones en los barrios y también se suspendieron proyectos de acción territorial.

La excusa fue el recorte presupuestario por las dificultades económicas en la Comuna, pero en la realidad en una presión para diezmar el poder de organización del otro sector.

Este inconveniente se repite en otras áreas municipales ocupados por referentes aliados al PJ o de grupos políticos que formaron parte de la estructura de gobierno de Espínola.

En medio de la puja parece asomarse un tercer frente que busca imponer candidatos. Este sector, encabezado por La Cámpora fomenta la “apertura” del peronismo para intentar mantener espacios de poder.

Esta agrupación viene de protagonizar un bochorno tras el anuncio de quitar apoyo al PJ y presentar un candidato por fuera del partido. Así, anunciaron la candidatura de Teresa Parodi a la gobernación sin tener en cuenta que la cantidad de años de residencia en la provincia de la artista son menos de los que indica como requisito para una postulación.

Y tras esto volvieron al ruedo pero con el apoyo de otras agrupaciones políticas con presencia territorial pero sin espacios dentro del entramado institucional partidario.

Porque, lo que es inocultable, es que desde hace más de dos décadas el peronismo está administrado por los mismos dirigentes, y la última palabra las sostienen los más antigüos, situación que las organizaciones sociales, políticas y sindicales buscan revertir.

Es por ello que estos se reunieron en el sindicato de empleados telefónicos para redactar un documento a ser presentado ante las autoridades partidarias. En él piden la reformulación de la Carta Orgánica partidaria para garantizar la representación de los sindicatos y de las organizaciones sociales en las listas de candidatos y también en los órganos partidarios.

Esto debe ser evaluado también por el Congreso partidario que tiene entre sus puntos el análisis del reglamento interno.

Tercera Posición

Un importante grupo de organizaciones sociales y políticas identificadas con el kircnerismo inauguraron una unidad básica y presentaron el frente del Kirchnerismo Correntino.

Este sector está integrado por los sectores “ultra K” representados por el partido Kolina, la Corriente Peronista Federal (CPF), Nuevo Encuentro, Los Irrompibles, Movimiento de Unidad Popular, Frente Grande, Octubres, Unidos y Organizados, La Cámpora, La Jota Pe, Partido de la Victoria, Partido Justicialista, Mujeres Peronistas, Partido Solidario, La Nacional y Popular, gremio de Telefónicos y organizaciones sindicales representante de los no docentes universitarios, y la Asociación de Ex Presos Políticos.

Un dirigente de ese sector explicó que ese grupo fue fundado “porque se percibe claramente que hay muchos militantes y ciudadanos que no se sienten contenidos en los espacios tradicionales, y encuentra en estas agrupaciones un espacio de construcción plural donde se habla de política y no de roscas”.

En relación a la interna del justicialismo sostienen que de “ninguna manera estamos dispuestos a alinearnos por defecto porque estamos en una etapa de construcción política y no estamos pendientes de lo que decida el PJ”.

Respecto a la relación con otros grupos políticos se “tiene abierta es la discusión política con quien sea, pero si es necesario que el espacio kirchernista vaya solo con candidatos propios, lo haremos”.

En este sentido, Daniel Arce, dirigente de Kolina recordó que su grupo tiene personería política reconocida en la provincia por lo que poseen las herramientas legales como para lanzar una nómina de candidatos.