Una trabajadora de la salud denunció que es perseguida por el Gobierno y que los funcionarios correntinos pusieron en riesgo su integridad física y la de su familia. La situación se enmarca en un plan del Ejecutivo para ocultar las consecuencias de las decisiones tardías para evitar la propagación del Covid19.
En este contexto, oficialmente se difundió que una profesional de la salud -quien trabaja en Chaco- había contraído la enfermedad y se la acusó de haber esparcido el mal en su barrio. "No hice nada malo, a cualquiera le puede pasar. Más a una trabajadora de salud. En mi trabajo usé todos los elementos de seguridad que nos brindaron", sostuvo Laura Solís, la enfermera.
Indicó además que "decidí aislarme en mi casa y no era mi intención que pasara esto. Jamás quise dañar a nadie, menos a mi familia. ¿Quién me vio paseando? Yo no salí de mi casa. Dijeron mentiras, una más grande que la otra", dijo.
Desde la Secretaría de Gobierno de la Provincia se la había responsabilizado de un contagio comunitario en su barrio y, en las últimas horas del viernes, circuló la información de que el Ejecutivo la había denunciado penalmente.
En tanto, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Seguridad dispusieron el aislamiento preventivo del barrio San Marcos. Hasta allí se movilizó un centenar de policías para evitar el ingreso y egreso de esa barriada del sur de la ciudad.
La medida de bloqueo se da entre las calles La Paz, Nuestra Señora de la Asunción, Honduras y Patagonia.
