La mujer registró ese hecho mientras que los policías Ricardo Antonio Fernández, Alejandro García y Pablo José Luis Godoy asfixiaban en un tanque de agua al demorado.

Los tres efectivos ya fueron condenados el año pasado en un juicio oral y público en el que se los sentenció a seis años de inhabilitación para cargos públicos y tres años de reclusión, en suspenso.

La mujer policía fue separada de ese proceso porque había incurrido en desacato, y es por ello que el juicio oral para juzgarla se realizará este viernes.

La funcionaria policial –junto a sus tres compañeros- fue sindicada por la víctima como quien participó en la tortura a la que fue sometido mientras estaba detenido, y la acusó de haber filmado con su celular los hechos acontecidos en en febrero de 2009.

La situación no trascendió sino hasta 2011 cuando ese ese video llegó en forma anónima a manos de un comisario quien denunció el caso ante un juez.

Las imágenes también fueron difundidas en medios televisivos nacionales, y se hicieron públicos por medio de sitios de internet.

Ante esto, las autoridades gubernamentales decidieron, en principio, “trasladar a otras localidades” a los involucrados, pero todos ellos continuaban en actividad.

Los hechos que se juzgan ocurrieron cuando Elvio Ramos había sido demorado en estado de ebriedad, y por una orden judicial fue llevado hasta el hospital San José para que se inicie un tratamiento de desintoxicación.

En esas circunstancias, cuando estaba bajo la custodia de un suboficial de apellido Irala, el detenido advirtió que nadie lo controlaba y salió del centro de salud.

Ante esto se pidió su recaptura, lo que se concretó horas después. Los uniformados lo trasladaron hasta la Comisaría Segunda, donde habría sido golpeado por al menos los cuatro policías ahora imputados en la causa.

Luego de haber recibido golpizas, el joven fue esposado y puesto dentro un tanque de fibrocemento con capacidad para mil litros de agua. Una mujer policía tomaba imágenes de lo que ocurría.

Esposado, tres hombres buscaban obligarlo a que metiera la cabeza en el agua, y ante la negativa dos de ellos lo sumergieron tomándolo de los cabellos, mientras que un tercero se trepó, y al aprovechar que el detenido estaba inclinado se paró en su espalda para luego saltar para obligarlo a hundirse.

Mientras, quien tomaba las imágenes le advertía que “sería peor”. “Bañate, sucio. Meté la cabeza bajo del agua… Esto es por Irala”, algunas de las frases que predijeron a “pegale, pegale con la tablita”.

Los policías, al declarar ante el juez dijeron que “se trató de un juego con Elvio”. Expusieron que era una jornada de calor, y que ellos se divertían jugando con agua con el detenido, a quien conocían.

La mujer policía dijo que las imágenes fueron extraídas del aparato cuando lo mandó a reparar y que "el video está trucado".

Declaró también que “faltan partes” del esa secuencia, donde supuestamente todos juegan a tirarse con agua, debido a que hacía calor.

La víctima aseguró: “no fue un juego. Me tuvieron seis horas a golpes y maltratos que me generó un daño”.