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Programa del INTA

La huerta que promueve la inclusión social y descubre talentos personales

Emmanuel Musante con internos huerteros Penal Nº 1.

El proyecto de laborterapia en las personas privadas de libertad apunta a la formación de un oficio, cuyo horizonte de oportunidades busca no sólo la formación específica para las ocupaciones, sino que además, promueve y desarrolla la cultura del trabajo, el desarrollo integral, y el crecimiento personal y comunitario.

Con esa orientación, existen técnicos del Programa Pro-Huerta del INTA que se dedican a capacitar en huerta orgánica en centros de reclusión.

En Corrientes, la Agencia de Extensión Rural de INTA viene trabajando desde 2014 con el Penal N° 1 ubicado sobre Av. 3 de Abril de la capital homónima, y en la Unidad Penal N° 6 en San Cayetano, a 6 km del Municipio de Riachuelo.

En el Penal N0 1 existen cinco huertas que cubren una superficie aproximada de 300 m2, donde se realizan también plantas ornamentales y multiplicación de plantas medicinales.

En el Penal de San Cayetano, el emprendimiento comenzó con una huerta bastante grande. Al principio, participaban alrededor de siete internos. En la actualidad, suman once personas que trabajan entre 3 a 4 horas diarias en turno mañana. Todos los días los congrega el trabajo en la huerta, vaya o no el técnico, siempre y cuando las condiciones del tiempo lo permitan.

“Manuel Santana hacía capacitaciones en huerta orgánica, semillas y tareas de seguimiento”, apunta Emmanuel Musante, técnico de la AER Corrientes que coordina la actividad. Menciona que en la actualidad, el celador José María Gómez, es el nexo y colaborador para el cronograma de capacitaciones y acompañamiento al Pro-Huerta. Manuel Santana, también técnico del INTA ahora a cargo de la AER Caá Catí, inició el trabajo en el Penal N 0 6 unos años atrás.

Algunos internos tenían una huerta pequeña, pero estaban necesitando asistencia técnica, entonces Emmanuel se ofreció para trabajar, asistir, acompañar. Se realizaron cursos de huerta familiar orgánica y de autoproducción de alimentos. Fueron 6 clases con entrega de certificados. Inclusive dos internos pudieron obtener permiso de salida especial para asistir a capacitaciones en la Agencia de INTA Corrientes.

Sensación de libertad

Decía Emmanuel Musante: “Hay personas que se sienten muy cambiadas desde el momento que están ingresando a la huerta. El trabajo de alguna manera les hace sentirse bien, los dignifica, les da autoestima, les mantiene ocupados, los relaja”.

Con experiencias como ésta, el Pro Huerta incluye el abordaje integral de las distintas situaciones de personas marginadas y excluidas del sistema.

De los internos que actualmente participan de la huerta, dos de ellos están escribiendo sobre la experiencia, de cómo se sienten cuando entran a la huerta, qué sensaciones perciben cuándo termina la labor diaria y la espera por regresar al lugar, al día siguiente Inclusive las expectativas esperanzadoras que se generan en torno a esta actividad para cuando se les otorgue la libertad.

Emmanuel menciona que cuando les consulta: ¿en qué les ayuda el hecho de trabajar en la huerta? , muchos de ellos responden que se sienten libres, útiles y aprenden.

Desde la bolsita de semillas a la multiplicación de plantas

En ambos penales se utilizan semillas del Pro-Huerta de las diferentes campañas. La producción es para la cocina, aunque también suelen tener excedentes, que se comercializa entre conocidos. Los ingresos se utilizan para comprar insumos que sirven para la misma huerta (hilos, herramientas, elementos para hacer insecticidas caseros etc.)

Dentro del Penal 6, de la huerta participan de 3 a 4 internos por cada pabellón. Pero además, existen talleres de cine, teatro, dibujo, escultura, carpintería, secundario, guaraní, herrería etc.

Hay quienes trabajan en la confección de macetas y porta macetas a partir de palet, acondicionan y pintan, dándole de esta manera valor agregado al trabajo.

Muchos de ellos hacen labores en la multiplicación de aromáticas, tal como orégano, albahaca, burrito, ruda, incienso, mirra, además de plantas ornamentales a partir de multiplicación de esquejes.

Estas actividades pueden ayudar a descubrir los talentos que cada uno lleva dentro, experimentar algo que le gusta pero que hasta el momento, no había tenido la oportunidad de conocer.

Se trata de un estímulo, una alternativa laboral posible para su reinserción en la comunidad.

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