“El Encuentro de Comidas Criollas de San Cosme” tiene trece ediciones en su haber y una particularidad: la de compartir comunitariamente platos típicos de la región. “Todo aquel que desee participar se anota en la Biblioteca Popular unas semanas antes, cuando se lanza la propuesta del evento”, señala Marina Montiel, directora de la biblioteca y organizadora de estos encuentros.

“Desde el inicio, los encuentros vienen creciendo año a año, cada vez hay más familias, empresarios gastronómicos, comedores, organizaciones e instituciones que trabajan en el territorio, chef y especialistas en cocina, que se suman a la convocatoria”, agrega con gesto de satisfacción su creadora.

Marina aclara que cada año el encuentro se realiza para vísperas del 25 de mayo, pero este año fue imposible por las inclemencias del tiempo, por lo que se trasladó al mes de junio.

La fiesta dura entre tres y cuatro horas, momento en que el público circula, prueba, conversa con los cocineros e intercambia información. Paralelamente, se presentan grupos musicales folklóricos y cuerpos de baile, donde participan todos, desde los más pequeños hasta adultos mayores.

El INTA, a través de la Agencia de Extensión Rural (AER) Corrientes, participa todos los años, con un stand institucional y la presentación de diferentes comidas, donde se trata de incorporar al menú productos de la huerta, chacra y quinta frutal, expresa el técnico del Programa Pro-Huerta, el ingeniero Emmanuel Musante.

El INTA Corrientes suma voluntades en el concepto de la comida típica con productos regionales

En esta nueva edición del Encuentro de Comidas Criollas de San Cosme, se sumaron varios sectores del INTA Corrientes, entusiasmados con la iniciativa. Estefanía Cutro, de la Dirección Regional, preparó mayonesas caseras con zanahorias y garbanzos, arroz con leche aromatizado con cascara de naranjas, entre otras delicias; Manuel Santana, de la AER Caá Catí, incorporó sus conocimientos a un exquisito m´baipy (polenta de harina de maíz blanca), que preparó en el momento; María Inés Pachecoy, del grupo agricultura extensiva, llevó Arroz Fortuna de la última producción de las parcelas de la EEA Corrientes; Javier Bertollo presentó distintas variedades de mandioca (yuca) del grupo de agricultura familiar; Fernando Stiefel, del sector de la administración de la EEA Corrientes, preparó mermeladas de mamón y zapallo; la AER Monte Caseros donó miel de abejas, promocionando a la Cooperativa Apícola Sol Nativo; mientras que el productor José Maróttoli, del Grupo Avatí Porá de Cambio Rural, llevó para compartir pan de campo casero.

El INTA donó a la comisión organizadora dos canastas con productos regionales, que fueron sorteados entre los cocineros presentes.

Lo significativo de este tipo de encuentros es que al momento de compartir la comida, nadie paga por la porción, no existe dinero, tal como dice su nombre “se comparte y compartir no tiene precio”, señala Musante, al tiempo que acomoda un vistoso cartel del proyecto territorial noroeste del INTA Corrientes.