Judiciales y Policiales
Caso Irina López

Oposición al pedido de testimonios de una menor en una investigación por supuesto abuso y homicidio

Todos los involucrados habían comido un asado con la víctima el mismo día de su fallecimiento.

El abogado Sebastián Pardo, quien defiende a los seis extranjeros acusados de haber participado de los hechos que derivaron en la muerte de la adolescente Irina López, se mostró muy en desacuerdo respecto de la decisión de la jueza Norma Agraso de aceptar a la madre de la fallecida, Griselda López como querellante en la causa.

El letrado dijo, en relación a la querella presentada que “resulta inconcebible que en este caso quien represente a la víctima o sea a Irina sea justamente la infame criminal de su madre”.

Recordó entonces que en el inicio de las investigaciones había solicitado que se investigue a la mujer por la posible existencia de otro delito relacionado con la muerte de la joven de 15 años quien, además, era madre de un bebé de seis meses. El letrado remarcó que Griselda López “se encuentra denunciada por abandono de persona y encubrimiento agravado, y una sospechosa no puede ser querellante. Eso es inadmisible”.

En esta línea de análisis advirtió que la mujer “no denunció la violación a Irina cuando ella tenía 13 años y quedó embarazada. La prueba viviente de esto es su hijo”.

Acusó a la mujer de haber supuestamente aprovecharse de la menor al decir que “la utilizó para sus fines perversos agravando su salud de tal manera que influyó ese cuadro en la muerte de ella, obtenía réditos económicos de ello”.

Reiteró que “la muerte de Irina fue una fatalidad, pero que tiene explicación en la vida que tuvo” al referirse a los supuestos sometimientos que padecía.

Ante esto remarcó: “mis defendidos son absolutamente inocentes y la mejor prueba que tenemos es que la autopsia que realizaron los exculpa totalmente y no puede demostrar de qué murió Irina. Y, aún más, los propios peritos declaran que el cadáver de Irina no presenta signo alguno de violencia, ni moretones, ni golpes que puedan suponer una agresión, entre tantos puntos más que nuestros peritos de parte han detectado”, dijo.

Expresó sus dudas respecto a la imputación cuando dijo que “un solo preservativo fue hallado en el lugar del hecho, hay ausencia de semen, y muchas cosas más ¿De qué abuso hablan?”, sostuvo.

Testigo en peligro

En relación a la solicitud de la querella de citar a la hermana de la víctima para que aporte su testimonio en Cámara Gesell, el letrado defensor de los brasileros se mostró muy en desacuerdo al advertir que “exponer ahora a su hija menor y ofrecerla como testigo no solo es desopilante desde el punto de vista jurídico sino otra prueba más de la falta de seriedad con la que viene actuando desde el principio”.

Justificó su punto de vista al afirmar que “una menor solo puede declarar en Cámara Gessel y con especialistas cuando ella es víctima de un delito”.

Desde su punto de vista “pretender que una criatura sea pieza clave de su insostenible relato es otra aberración más que habla por sí sola”.

Adelantó entonces que ante la situación solicitará la producción de más pruebas. “Voy a pedir más medidas de pruebas entre ellas el careo de esta infame con mis defendidos, ahí quedará nuevamente en claro la falsedad de sus dichos y la búsqueda desesperada de encubrir los delitos anteriores de los que Irina fue víctima y pretende tapar inculpando a inocentes. Ha cometido el peor error, ha salido de su madriguera y se ha expuesto, ahora caerá su mentira”, sostuvo.

Querella criminal

El letrado Salvador Pischedda quien representa a Griselda López, informó este fin de semana que la jueza Norma Agraso aceptó incorporar a la progenitora de la víctima como querellante.

La magistrada además aceptó su pedido de que la cite a declarar, al igual que a su hija menor, de 10 años.

En el escrito presentado por el abogado Pischedda se pidió que se agrave la figura penal de la que están acusados los seis detenidos, y se considere el hecho como un feminicidio.

En la causa están involucrados Laercio de Macedo, Luis de Macedo, Wenderson de Souza, Marcos Silva, Carolina de Jesús Santanta y Felipe Macedo Souza, todos ellos privados de la libertad.

La causa en la que fueron involucrados es por la muerte de Irina López, de 15 años, y madre de un niño de 6 meses en un inquilinato de la calle Honduras, en el barrio San Marcos de Corrientes, donde la chica había sido hallada muerta, desnuda y ensangrentada en una habitación.

El hecho ocurrió el 2 de enero, después que la adolescente y su madre compartieron con sus vecinos –señalados como sospechosos- un asado en un baldío ubicado frente a la pensión en la que vivían.

Luego, la madre habría abandonado el lugar para para acondicionar las ropas de los mismos vecinos que, supuestamente le pagaron para que realice esa tarea.

La mujer habría escuchado el llanto del bebé, y le pidió a su otra hija de 9 años que busque a su hermana. Los vecinos le habrían dicho que había salido para comprar carne.

Según dijo a los medios Griselda López bajó a ver al niño que lloraba y fue cuando encontró el cadáver de su hija. También dio la versión que fue la nena de 9 años la que vio primero el cadáver.

Aparentementes, según sus dichos, en esa habitación, estaba uno de los que está detenido.

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