Panorama Político Correntino
Camino al 2019

Peronistas avanzan en el "Operativo Unidad"

Jorge Capitanich llegó en dos oportunidades a Corrientes para adoctrinar a los referentes del PJ. Martín Ascúa, Fabián Ríos y Rubén Pruyas quieren conducir el partido Rubén Pruyas. Camau, quiere ser candidato. (Dibujo: NOVA)

El Partido Justicialista busca estrategias para resolver la crisis interna, pero en ese proceso también se profundiza la atomización de los referentes.

Un amplio sector de la dirigencia cree conveniente apuntalar un proceso de reacomodamiento por medio de acuerdos internos y “unificar” así la mayor cantidad de líneas.

El Operativo Unidad fue puesto en marcha por los referentes históricos del partido, los integrantes de la denominada “Cooperativa” que están en la conducción partidaria desde la década del 80’.

Para llevar adelante esta proeza convocaron a uno de los referentes políticos del kircherismo, Jorge Milton Capitanich quien ya puso en marcha un plan para posicionarse a nivel nacional como posible candidato a presidente.

Luego de haber participado del encuentro de la militancia desarrollado en el parque La Pedrera de Villa Mercedes, San Luis, oportunidad en la que brindó su mensaje a los militantes presentes y pidió un esfuerzo a todos para que en unidad ante la adversidad volver a conducir los destinos del país en 2019, el intendente de Resistencia propaga ese mensaje en las provincias del Nordeste.

Los dirigentes peronistas correntinos quieren marcar las diferencias con el macrismo o, lo que es lo mismo, con ECO+Cambiemos, y por ello aprovechan esa impronta kirchnerista para dar respuestas a las bases que reclaman la normalización partidaria, pero con la intención de conservar sus espacios.

Esta situación, por otra parte, tiende a profundizar la atomización del partido pero diferenciando claramente varios grupos.

Por un lado, el sector de los históricos, con Fabián Ríos, Rubén Pruyas y el actual presidente del Partido, Gerado Bassi, quienes buscan remozar a la dirigencia pero sin ir a las urnas.

El otro sector es el conducido por los intendentes, quienes basados en su legitimidad y manejo territorial pretenden disputarle espacios de poder a los históricos. Este grupo se caracteriza por tener dirigentes jóvenes que llegaron a las intendencias con resultados electorales exitosos que fueron contra todos los pronósticos.

Existen otros intendentes, más experimentados, que buscan darle al PJ una identidad propia orientada a posicionar al grupo político como una oposición fuerte pero más neutral en respecto a la interna nacional. Evitan la dicotomía kirchnerismo – anti kichnerismo y consideran la necesidad de aprovechar el proceso electoral del año próximo para recuperar el caudal electoral perdido en los últimos años.

Otro sector, minúsculo, aborrece la idea de aunar esfuerzos con los adeptos a la ex presidente de la nación Cristina Fernández. Entre ellos está Carlos Mauricio “Camau” Espinola –actual senador nacional-, quien inicio en la política de la mano de los Kirchner pero que ahora es un aliado al gobernador salteño Juan Manuel Urtubey.

El ex medallista olímpico dijo además que aspira a ser candidato nuevamente a gobernador en 2021, luego de haber perdido ya dos elecciones.

En este marco, y en búsqueda de aunar todos estos sectores, Jorge Capitanich llegó a Chavarría donde se reunió con 20 intendentes y legisladores provinciales, líderes territoriales y dos diputados nacionales.

En esa charla coincidieron en dejar de lado diferencias y abocarse a resolver los problemas cotidianos de cada comunidad con la idea de ser una opción de gobierno. En esa charla surgió la posibilidad de apuntalar a Capitanich como postulante a la presidencia.

Rio revuelto

El radicalismo, aprovecha las diferencias entre los peronistas para seducir a algunos referentes a sumarse el macrismo.

El manejo de los recursos económicos que maneja el gobernador Gustavo Valdés y los lugares en las comisiones parlamentarias de las Cámaras y Senadores son los señuelos que utiliza el gobierno para quebrar a los opositores a ECO+Cambiemos.

Es así que el diputado Roberto Miño cedió a la seducción y, primero votó la ley de Presupuesto 2018 que faculta al gobierno a endeudarse, y luego, abandonó el bloque peronista.

Su traición fue bien pagada: Ahora es vicepresidente segundo de la Cámara Baja provincial.

Otro que cederá ante el oficialismo será Hugo Benítez, intendente de Esquina quien dede el inicio de su gestión presionó por medio de sus funcionarios a los medios de comunicación para se evite poner en evidencia su escaso diálogo directo con el gobernador Valdés y asimismo develar la mala administración que tuvo el radicalismo en ese municipio.

Luego, cerró un acuerdo con la diputada de ECO+Camiemos, María Eugenia Mancini para que se encargue de la gestión de fondos provinciales.

El intendente, en tanto, expulsó de su gestión a dirigentes locales del Partido Liberal que le ayudaron a llegar a la intendencia y cedió espacios en el gobierno y en el Concejo Deliberante a los referentes de la legisladora.

Pero su inminente paso al costado quedó evidenciado cuando evitó asistir a las reuniones partidarias convocadas para conformar la Liga de Intendentes peronistas.

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