Quieren desalojar a una familia discapacitada para entregar el terreno a una inmobiliaria
Un niño que nació sin dedos, una mujer ciega y un hombre sin un riñón habitan una humilde casilla en un predio de la localidad de Santa Ana, a unos 20 kilómetros de la capital. Un vecino hizo un reclamo a la Justicia y un Juzgado Correccional mandó a desalojarlos sin previo aviso.
Lo llamativo es que una secretaria del Juzgado tendría vinculaciones familiares con el dueño de una inmobiliaria a la que el reclamante le había prometido la venta del terreno. Por lo cual la trama de este caso pone en dudas el accionar, al menos, de los secretarios de una dependencia judicial.
En una radio de la capital, Catalina Cañete, quien es ciega y habita el terreno en litigio, sostuvo que existe una orden de desalojo que debía hacerse efectiva durante la mañana de este martes 10 de septiembre, pero que fue suspendida por un amparo de un Juzgado Civil.
Advirtió que la orden de abandonar el lugar no corresponde porque, según aseguró, su familia habita el lugar en ese terreno desde hace más de 40 años. La mujer sostuvo que los demandantes “manifiestan una supuesta usurpación, pero tenemos documentos de que estamos en este lugar desde 1970” y tienen abonados los impuestos desde aquellos años.
Asegura que cuentan con documentos que acreditan la posesión del terreno y agregó que el lugar “fue primero de mis abuelos, luego de mis tíos y mi padre, que ya falleció, y ahora es nuestro”.
Mencionó también que en el lugar habitan seis personas, entre ellas, dos menores, uno de los cuales tiene problemas en los riñones. “No tenemos otro lugar a donde ir a vivir”, se lamentó la mujer, y reiteró que hace 49 años la familia vive allí.
