Lo que se reclama es el alejamiento de la denominada “cooperativa” que crearon Fabián Ríos, Rodolfo Martínez Llano, Rubén Pruyas, quienes manejan los hilos del grupo político desde la década del 90.

Los que sí se animaron a levantar la voz contra ellos fueron algunos referentes de segunda línea sostienen que “a rey muerto, rey puesto” y reclaman renuncias.

Quienes dejaron en evidencia sus intenciones de hacerse de los cargos partidarios son dirigentes “jóvenes” pero que están en cargos estatales desde hace más de una década, sostenidos por aquellos a quienes se les reclama la dimisión.

También se escucharon quejas de candidatos que fueron derrotados pero, lejos de hacerse cargo de su escaso caudal electoral sindicaron a la conducción partidaria como los responsables del saldo negativo.

Es el caso de Agustín Payes quien ocupa cargos estatales desde 2005 cuando ingresó a la Municipalidad de Corrientes como viceintendente del radical Carlos Vignolo. En 2017 fue tercero en la lista de diputados nacionales por disposición de la dirigencia partidaria.

El actual edil capitalino –cuyo mandato vence el 10 de diciembre- se quejó de la derrota ese mismo día de las elecciones, incluso antes que finalice el conteo de votos. Esperamos ansiosos las explicaciones de los dirigentes del PJ para saber porqué no ganamos ninguna de las elecciones de este año. Necesitamos un profundo debate interno, para poder reubicarnos en el rol de una oposición seria y con opción de poder”, dijo al culpar a otros de su fracaso.

Desde La Cámpora, el diputado nacional José Aragón, también pidió “renovación”, pero fue cauto al salir a la defensa de sus padrinos políticos. “Necesitamos que el peronismo tenga una renovación dirigencial, pero no tirando a la gente más grande por la ventana”, dijo el legislador cuyo único mérito es portar el apellido de un militante desaparecido en la dictadura militar.

En este sentido quitó responsabilidades a Carlos Mauricio “Camau” Espínola de la derrota en las votaciones a gobernador al decir que “hay vocación de poder trazado por Camau”.

El discurso es totalmente opuesto al que expresó meses atrás respecto del ex medallista olímpico a quien calificó de “tibio”.

También había dicho que el ex intendente capitalino “no nos representa porque vota políticas de ajuste y es funcional al Macrismo”, y que “la posición de Camau Espínola frente a la gente fue pararse del lado de los fondos buitre”.

En tanto el (¿ex?) referente de La Cámpora, Justo Stoup fue otro de los que quiere ganar espacios en el partido.

Funcionario estatal desde 2005, cuando cumplía funciones administrativas en el Concejo Deliberante, actualmente es concejal, y desde ese lugar propone “armar un grupo” (de amigos) para disputar espacios de poder puertas adentro del PJ.

Pero Stoup fue más realista respecto de las relaciones de poder establecidas tras el fin de los procesos electorales en la provincia, y reconoció que los sectores peronistas con base en la Capital correntina perdieron su liderazgo.

Sostuvo entonces que "hay que respetar y consolidar los liderazgos territoriales de gente que ganó las elecciones".

En ese sentido expresó su idea de generar procesos institucionales internos en el PJ para posibilitar que los referentes políticos del Interior provincial sean quienes conduzcan al grupo.

Líderes territoriales

Tras las elecciones del 22 de octubre se intensificaron los diálogos entre los dirigentes políticos peronistas del Interior provincial.

Las conexiones son principalmente entre concejales e intendentes electos, la mayoría con mucha trayectoria militante pero sin experiencia en cargos electivos, pero con un importante caudal electoral a su favor.

Este sector también está conformado por jefes comunales que supieron llevar adelante gestiones muy exitosas y que revalidaron su liderazgo en sus territorios.

En este amalgama se destacan cuatro dirigentes: José “Tata” Zanánez, intendente reelecto de Santa Lucía; Martín Ignacio “Tincho” Ascúa, electo jefe comunal en Paso de los Libres y el histórico dirigente mercedeño Víctor Cemborain y el goyano Gerardo “El Profe” Bassi, actual presidente del PJ.

Estos dirigentes suenan por estas horas como los conductores de una línea partidaria que propone un proceso de evaluación y renovación en la conducción interna del partido de Perón.

El jefe comunal de Santa Lucía renovó su mandato por otros cuatro años y horas más tarde conformó un equipo de trabajo con dirigentes políticos de toda la región con el fin de fortalecer las políticas sociales y económicas en esos los poblados.

En tanto, Martín Ascúa logró demoler en las urnas al sector político que responden al radical Eduardo Vischi, uno de los hombres fuertes del radicalismo correntino, a quien le arrebató el municipio tras una docena de años de dominio territorial.

Casi sin recursos para solventar los gastos de campaña, pero con una intensa actividad en los barrios, el abogado libreño superó ampliamente a los funcionarios que administran esa comuna hasta el 10 de diciembre quienes, tras la aplastante derrota iniciaron un proceso de “desmatelamiento” del municipio.

Mientras, Cemborain y Bassi estuvieron imposibilitados de participar en las votaciones locales debido a sendas disposiciones judiciales maquinadas surgidas de maquinaciones tecnicojurídicas orquestadas desde el Gobierno provincial.

En Mercedes, Cemborain puso como candidata a su esposa quien ganó por casi el 70% de los votos. En los hechos, desde diciembre Elvira Sánchez llevará adelante la gestión de gobierno y Cemborain sostendrá el poder territorial en esa ciudad.

Por su parte, Bassi, vedado de ser candidato propuso una lista de emergencia y propuso a su hijo Marcos como postulante. La nómina fue vencida por un escaso margen, pero lejos de amilanarse “El Profe” continúa sus recorridas barriales habituales con el fin de fortalecer el apoyo de los vecinos a los ediles que le responden, y que desde diciembre buscarán propiciar equilibrio institucional del municipio.

Andanada de renuncias y cambios anticipados

Las elecciones también pusieron al desnudo la calamitosa situación institucional y política por la que atravesaban los municipios a raíz de los descalabros financieros y falta de control en las comunas conducidas por los dirigentes de ECO+Cambiemos.

Esta circunstancia derivó en una catarata de renuncias de ediles y funcionarios en las localidades en que los actuales administradores perdieron las votaciones.

En Gobernador Virasoro, el viceintendente Gustavo Sabio presentó su dimisión, motivado por serias diferencias con la jefa comunal Blanca Pintos.

La renuncia fue presesntada después que la intendenta mandó a restringirle el acceso a todos los sistemas de registro y control de documentos relacionados con la gestión gubernamental, y también a vedarle acceso a recursos para que desarrolle su actividad como funcionario.

Tras conocerse esta decisión también dimitió el concejal Marcos Arturo Silva.

Por otra parte, en Curuzú Cuatiá, una concejal del peronismo anunció su alejamiento al cargo después que su partido perdió las elecciones, y que ella no fue reelecta.

En Alverar, en tanto, triunfó Miguel Salvarredy (Encuentro Liberal) y esto derivó en que el edil justicialista, Marcelo González, quien perdió las votaciones, decida alejarse de la función pública.

Mientras tanto, en San Roque la estrepitosa caída de la alianza Eco+Cambiemos generó un revuelo puertas adentro del municipio, esto generó la renuncia de una concejal que excusó su decisión en que se acogió a los beneficios de la jubilación.

Llamativamente quien debía reeplazarla no puede asumir, ya que el Concejo Deliberante no sesiona.

Pelozo entregará el 7

El intendente de San Roque, Raúl Pelozo perdió las votaciones en medio una crisis financiera alarmante en la Comuna.

El jefe comunal, dos veces condenado por la Justicia por desmanejos financieros, fue vapuleado por el dirigente peronista Raúl Hadad quien lo había denunciado por irregularidades en la gestión.

La caída de Pelozo puso al descubierto la crítica situación en el municipio en el que se adeudan dos meses de sueldos a los empleados.

También existen demandas de proveedores que reclaman pagos millonarios por bienes y servicios.

Ante esto, Pelozo decidió adelantar la entrega de la gestión, y anunció que entregaría las llaves el próximo 7 de diciembre.