Panorama Político Correntino
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Traiciones y especulaciones en un acto contra el hambre

Carlos Mauricio Espínola fue acusado de "pinchar" teléfonos de propios y ajenos en la provincia. Fue parte de la planificación de las políticas encaradas por Rogelio Frigerio y votó todas las leyes macristas (Dibujo: NOVA)

El lanzamiento del programa Argentina Contra el Hambre que pondrá en marcha Alberto Fernández a partir del 10 de diciembre fue el momento propicio para que los dirigentes del Partido Justicialista muestren cómo evoluciona el proceso de “unidad” por el que tanto bregan. Pero no fue así.

La presencia del senador nacional Carlos Mauricio Espínola, alias “Camau” y del diputado nacional Oscar Macías causaron enojo en las bases y nuevamente puso en reversa el proceso de normalizar el PJ.

Es que ambos votaron en favor de todas las políticas impulsadas por Mauricio Macri y en el caso de Espínola hasta anunció su pase a Cambiemos.

Además votó en favor de la designación de Gustavo Fresneda como juez de Paso de los Libres, aún cuando su partido lo prohibió porque el postulante está vinculado a redes de mafia y de prostitución que operan en la provincia.

Como si nada de esto hubiera pasado, Espínola se presentó a la reunión que encabezó el futuro ministro nacional de Desarrollo, Daniel Arroyo. “Le hicieron la cara en Somisa”, diría el referente cordobés Luis Juez.

La convocatoria fue realizada por uno de los líderes de la renovación peronista, el intendente libreño Martín Ascúa, quien encabezó la reunión realizada en la Sociedad Rural de Paso de los Libres.

Asistieron a la reunión todos los dirigentes del PJ, tanto del interior como de la capital, además de los legisladores nacionales y provinciales, concejales y referentes de todas las organizaciones sociales y políticas cercanas al peronismo.

También contó con el apoyo de los intendentes bonaerenses, “Juanchi” Zabaleta de Hurlingham, y Gabriel Katopodis de San Martín quienes formarían parte del gabinete de Alberto Fernández.

En la oportunidad el intendente Ascúa explicó que “encaramos este desafío de Argentina contra el hambre porque tenemos el compromiso de volver a sacar a la gente de esta grave situación de pobreza, indigencia y falta de trabajo ante distintos problemas económicos y sociales”.

Remarcó que “la pobreza llegó al 49,3 por ciento en Corrientes. Son 548 mil correntinos con problemas de hambre. Corrientes pasó a ocupar el primer lugar de todo el país con la pobreza. Además, tenemos que trabajar contra la falta de acceso a la salud, a la educación, al trabajo y a la vivienda”.

En tanto, Daniel Arroyo expresó que “en Argentina no puede ni debe haber hambre. En los últimos 60 días, se cayó definitivamente la economía del país y siguen subiendo los alimentos”.

El futuro ministro de Desarrollo Social fustigó la política económica del presidente Mauricio Macri y sostuvo: “En Argentina no puede haber hambre” y remarcó que después del 10 de diciembre vamos a tener un trabajo muy fuerte con los municipios de toda la Argentina para luchar contra el hambre y necesitamos un amplio consenso con todos los sectores de la comunidad”.

Normalización

Mientras crece el enojo por la falta de “mano dura” en el PJ contra los que traicionaron los mandatos partidarios, el interventor, Julio Sotelo hizo un llamado para iniciar un proceso de afiliaciones, pese a que actualmente el partido es el que más adeptos tiene en la provincia.

En una resolución firmada por el delegado normalizador, anunció que se dictará amnistía a los afiliados justicialistas que hayan participado como candidatos en otros partidos o frentes distintos a los que haya integrado el PJ Distrito Corrientes, y a todos aquellos afiliados que se encuentren con procesos en la Junta de Disciplina y otro órgano partidario para ser destituidos como afiliados del PJ, cualquiera fuera la causa.

Asimismo, se determinó realizar en los próximos días una campaña de afiliación al PJ Corrientes.

Ambas medidas se toman bajo los considerandos de que el PJ Nacional a través del Consejo Nacional Justicialista propuso el espíritu de unidad, teniendo en cuenta que la concepción y doctrina justicialista legada por Juan Perón, es amplia, generosa, y solidaria y que nunca ha expulsado a ningún afiliado.

Es que el fin último de la intervención al partido es la normalización de sus cuadros de conducción política y para un logro eficaz de esa meta "se torna necesaria la participación de todos los afiliados, incluidos aquellos que por cualquier motivo hayan participado de la forma que fuere, por fuera de las listas oficiales del justicialismo", expresaron las autoridades.

Igualmente, lejos de generar empatía, la resolución del normalizador generó enojo.

Es que la proclama dejó abierta la puerta para que hasta "Camau" Espínola participe de las votaciones internas. Y además, porque nada se dijo de los legisladores que no hacen aportes económicos al Partido y tampoco de las condiciones restrictivas que se impone para formar listas.

Una de los reclamos que llevó al quiebre y la intervención fue, justamente, que las nóminas para participar en las elecciones internas dejan fuera a los grupos minoritarios y sin recursos económicos.

El reclamo ahora es que se modifiquen las reglas para poder participar de las votaciones.

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