La nota es anónima pero habría llegado a las autoridades y el escándalo es mayúsculo, porque justo en esa unidad, hace cuatro años separaron del cargo a un Comisario y a un integrante de la Brigada de Investigaciones porque fueron acusados de tener vínculos con narcos. Ambos están siendo enjuiciados.

Los reemplazos de estos no serían menos corruptos, ya que se quedarían hasta con el combustible que deben ser usados en las patrullas.

Actualmente la unidad contaría con un automóvil Renault -entregado por el Ministerio de Seguridad de la Nación- y una Toyota Hilux que había sido secuestrada a narcos y la Justicia la entregó a la PFA. Estos dos rodados deben ser usados para tareas de inteligencia pero “son utilizados solamente por el Comisario y su chofer; este último es pariente del oficial y figura como numerario de la oficina Contable de la Dependencia”, dice la denuncia.

Lo que ocurriría es que ambos usarían los vehículos para fines personales y de esta forma, la PFA carece de móviles porque “la flota policial se encuentra casi en su totalidad averiada, sin el mantenimiento adecuado pero el Comisaria utiliza el dinero que se le entrega para su propio beneficio, y cuando se rompe algún móvil, se obliga al personal a comprar el repuesto de su sueldo o a manguarlos a los desarmaderos”, dice la denuncia.

Esta situación también genera que la PFA en Corrientes no tiene mecánicos, porque nadie quiere quedar pegado a las maniobras de “mangueo” de repuestos a desarmaderos, de dudosa legalidad, y que tendrían protección.
La situación es conocida por las autoridades judiciales, y se suma a otra serie de irregularidades que estaría en investigación.