El Cocal consta de unas cinco hectáreas y actualmente está habitado por 267 familias desde hace más de 20 años en las mismas condiciones de extrema necesidad.

Según manifestaron desde la cartera provincial, uno de los principales motivos que fundamentaría la expropiación de los terrenos de este asentamiento -aprobado por ley en 2014- fue la cantidad de basurales a cielo abierto que se encuentran en la zona, además de los inconvenientes generados por la falta de servicios urbanos.

Por esta razón, el año pasado se definió, mediante los decretos Nº 3.018 y 3.019, transferir los lotes al Instituto de la Vivienda de Corrientes, para ser urbanizado.

Esta decisión, que pretende ser un paliativo a la situaicón de vulnerabilidad en que se encuentran las personas que habitan allí, agudizó la tirantez con los vecinos, siendo que, muchos de ellos, los que no pudieron firmar el acuerdo con el instituto de la vivienda, deberán migrar a otros terrenos fiscales y desde el Gobierno no les han proporcionado garantías al respecto.

El proyecto institucional ya está en marcha y ya se puede ver el inicio de las obras de urbanización en ambas barriadas y se proyecta que el plan de mejora esté concluido antes de fin de año.

En el barrio Virgen de los Dolores ya se trazaron las calles, se realizó una ordenada delimitación de lotes y ahora se realiza la extensión de redes cloacales. En tanto, en El Cocal las mismas tareas se iniciaron la semana pasada.

“Ya está la empresa encargada realizando las primeras tareas en El Cocal y el plan es el mismo que en el Virgen de los Dolores, donde están más avanzados”, comentó a el subsecretario de Derechos Humanos de la Provincia, Manuel Cuevas.