Como un espejo de aquellas épocas, el pasado martes unos 30 trabajadores de la empresa forestal Tepebicuá fueron arrestados por efectivos de la Comisaría Primera de Virasoro.

Los trabajadores reclaman los pagos de los sueldos de marzo y los remanentes adeudados de febrero.

En ese marco se manifestaron en el ingreso de la firma forestal, donde una treintena de sus empleados -cuyas labores han quedado suspendidas debido al aislamiento social preventivo y obligatorio- se convocaron algunos desde la madrugada para expresar a la patronal su preocupación respecto al cobro del salario del mes en curso.

En esas circunstancias, trabajadores de una empresa de seguridad privada convocaron a los efectivos policiales, quienes llegaron hasta el lugar donde estaban los obreros. Un parte oficial refiere que una comitiva -compuesta por personal de dicha seccional, más agentes de la Policía rural y numerarios de repartición local de Gendarmería-, se presentó a las 10. La intención era comunicar la vigencia del decreto presidencial que prohibía las reuniones, pese a que con la acción policial se violentaba otros derechos civiles consagrados en la Constitución.

Ante la falta de respuesta por el pago de salarios, los trabajadores resolvieron quedarse a esperar la respuesta de la patronal.

Ante esto, los policías reprimieron la protesta y demoraron a los obreros quienes, como medida preventiva para evitar la propagación de coronavirus, tenían guantes y barbijos.

Así, usando la fuerza de seguridad en beneficio de una empresa privada, se procedió al arresto de los trabajadores, quienes fueron subidos en la parte trasera de los móviles policiales y trasladados a dicho destacamento donde se les inició una causa.

Desde la empresa -en declaraciones periodísticas- explicaron que se trató de “una concentración de operarios organizada por los delegados gremiales –en uso de sus Derechos Constitucionales- ante posibles problemas del cobro de sueldos de abril, los de marzo”.