Perfiles Urbanos
Perfil de un cura comprometido

Epifanio Barrios, el sacerdote sanluiseño que predica y acompaña desde la fe a todo un pueblo peregrino

Padre Epifanio Barrios es el párroco de San Luis del Palmar desde hace 15 años.
El padre Epifanio además es capellán del Colegio San José de la capital correntina.
El cura de la gente, esta mañana impartiendo la bendición antes de la peregrinación de San Luis a Itatí.
Cada 13 de julio una multitud acompaña el peregrinaje de los sanluiseños.
La manifestación mariana cumple 125 años de fe hacia la virgen morena.

El padre Epifanio Barrios es el cura párroco de la localidad correntina de San Luis del Palmar. Desde hace 15 años está al frente de la comunidad religiosa del pueblo peregrino, con la fe cimentada en la Virgen de Itatí.

El sacerdote abraza a los sanluiseños en la fe desde hace años, con su presencia y acompañamiento fiel en cada peregrinación de los sanluiseños hacia la Basílica de Itatí. Una tradición centenaria de esa localidad, que cada 13 de julio moviliza a miles de jinetes y devotos de la virgen, hacia su casa en la localidad correntina de Itatí.

El padre Epifanio con su carisma, sencillez, humildad y amabilidad supo conquistar el corazón del pueblo que hoy abraza desde el amor y la fe cristiana. Siempre presente en cada rincón del pequeño poblado correntino, que, con sus necesidades y penurias, en la Iglesia encabezada por el padre Epifanio encontró una respuesta y contención a todo.

El sacerdote Epifanio Barrios fue uno de los pilares del rescate y la asistencia de los miles de habitantes inundados en San Luis del Palmar durante la gran crecida del río Paraná y el Riachuelo en el año 2017.

Con medio cuerpo en el agua, avanzaba hacia las casas que quedaron prácticamente sumergidas para llevar ayuda. Prefiere mirar de frente, detrás de sus grandes anteojos. Es un hombre pequeño de estatura, de palabras pausadas, gesto templado y humilde en gran manera. Uno de esos pequeños grandes hombres.

Él fue el sacerdote que, a caballo, cabalgó los campos sanluiseños hace 8 años, cuando el pueblo quedó sumergido. Una situación crítica, que a menudo pone en jaque al pueblo peregrino. Epifanio asistía a cada rincón, donde no se podía llegar por tierra, solo por aire.

Pero él lo hacía cabalgando. Un gesto que lo enalteció y dejó traslucir su humildad y gran corazón, que conquistó a todo un pueblo, también a una provincia, ya que la emergencia hídrica que afectaba a la localidad fue de conocimiento público.

El padre Epifanio Barrios hizo un parate en la previa de los preparativos de la multitudinaria peregrinación y dedicó unos minutos para dialogar con Perfiles Urbanos de NOVA.

Describió la importancia de pertenecer a una comunidad religiosa, como la de San Luis del Palmar, con un fuerte arraigo a la fe cristiana, que año a año moviliza a miles de fieles en la centenaria peregrinación a Itatí.

“Estar al frente de la organización de una peregrinación como es la de los sanluiseños es una gran alegría inmensa —confesó el padre Epifanio—, pero a la vez implica una gran preocupación, porque tenés que estar en cada detalle, para que todo salga bien, en el nombre de Dios y de la Virgen de Itatí.”

“Son 125 años de historia peregrina como pueblo —recordó—, y yo estoy desde hace 15 años como párroco de la comunidad de San Luis del Palmar. Mi mandato vence en el año 2027.”

Ahora, esta multitudinaria demostración de fe fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Provincia de Corrientes. “Pero estamos buscando que sea declarado a nivel nacional”, agregó el sacerdote en una charla distendida, diría que casi familiar con esta sección, con la amabilidad que lo caracteriza.


Historia de fe y tradición

“La fe de los sanluiseños es casi inentendible para algunos que hablan pavadas sobre los animales —señaló el padre Epifanio—. Los jinetes de la zona preparan y acondicionan a sus caballos para poder cabalgar tantos kilómetros hacia la casa de la Virgen.”

“Los que repiten esas habladurías no comprenden la importancia que tiene la fe para la gente que peregrina cada año. No conocen la tradición, no entienden lo que significa esta fe de pueblo que se moviliza en carreta, a caballo, a pie, como sea, con tal de llegar a agradecer y cumplir una promesa.”

El cura, que camina entre la gente y conoce cada una de sus necesidades, sobre todo las del pobre, el más vulnerable, el que más lo necesita, concluyó: “La Virgen les cumplió. Por la salud de un hijo, de un familiar que estuvo al borde de la muerte… y ella, nuestra madrecita de Itatí, les salvó la vida. Todo por su fe.”

El cura sanluiseño relató que hay personas que viajan a Itatí con una imagen de la Virgen hecha a medida del tamaño de su hijo, porque alguna vez ese hijo se sanó. Por años cumplen su promesa llevando esa imagen en cada peregrinación.

“Eso solo lo entiende el que lo vive y lo padece”, explicó. Y sostuvo que, lejos de ser una carga, para ellos peregrinar es un alivio y una alegría que culmina al llegar a la Casa de la Virgencita.

Puso como ejemplo a quienes viven en el medio del campo, sin acceso a médicos ni hospitales. “Se les enferma el hijo y lo primero que hacen es encomendarse a la Virgen, y la criatura se salva”, contó.

Para el sacerdote, esa es la fe auténtica, la que no tiene ciencia teológica ni razonamiento, pero que mueve montañas. “Es la creencia y Dios le bendice. Le mira a la Virgen y ella le da lo que le piden. Eso es algo inexplicable, solo se vive en la fe”, afirmó.

En otra parte de su relato, el padre Epifanio recordó a la anciana señora de 90 años que vive en Itatí, y que “todos los años, el 14 de julio cuando arribamos los peregrinos de San Luis del Palmar a la Basílica ella desde la entrada, en la vereda de su casa sale con su poncho, su virgen y su guitarra a recibirnos, a la gente pobre que peregrina, a la que conoce de fe y de tradición religiosa”, recordó.

Son 125 años de devoción a la virgen

A propósito de fe y tradición, esta mañana bien temprano una multitud de sanluiseños partieron en la Peregrinación número 125 hacia la Basílica de Itatí.

El padre Epifanio, quien encabezó la columna humana como un peregrino más, contó que este año “el pueblo peregrina especialmente para pedir a la virgen por la paz en el mundo y por todos los niños, los niños desaparecidos, ahí está Loan y por todos lo que están desaparecidos. También pedimos por los ancianos, por los ancianos que están solos abandonados, olvidados”, expresó el sacerdote.

Por último, el sacerdote sanluiseño, sin olvidar que este es un año electoral en la provincia de Corrientes, dijo que también “piden especialmente a la virgencita de Itatí por la conversión de los políticos y se pongan al servicio de los pobres”, exhortó en un mensaje directo a la dirigencia política correntina.

El padre Epifanio Barrios nació un 14 de junio a las 12 en la sexta sección del Oratorio, en San Luis del Palmar. Es el noveno de diez hermanos. Desde muy chiquito surgió la vocación del sacerdocio.

Su vida sacerdotal inicio hace 37 años, en 1988. En la actualidad, además de ser el párroco de la comunidad de San Luis del Palmar es capellán del colegio primario San José, ubicado en la capital correntina. Un rol que lo cumple desde hace 20 años en esa prestigiosa institución escolar religiosa.

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