Juan Pablo Valdés, el candidato que generó quiebres internos en la alianza oficialista y aspira a ser gobernador

Juan Pablo Valdés, hermano del gobernador actual Gustavo Valdés, es el actual intendente de Ituzaingó, municipio fronterizo, en el que se encuentra emplazada la represa hidroeléctrica binacional Yacyretá.
Tuvo la chance de construir su candidatura y él aprovechó el convite recorriendo la provincia.
Aunque la su candidatura no fue una decisión exenta de conflictos.
Fue que causó los quiebres dentro de Vamos Corrientes, para ocupar el lugar al cual llegó.
En los últimos meses, según todos los encuestadores que el oficialismo contrató y escuchó, Juan Pablo creció en conocimiento e intención de voto, superando a varios candidatos con volumen político dentro de la alianza.
Sin embargo, según trascendidos, su carrera política es corta para llegar a ocupar el “sillón de Ferré”, pero fue puesto a dedo por su hermano. Eso le suma puntos. Aunque dicen que los pingos se ven en la cancha. El tiempo dirá.
En el camino de llegar. Las fuertes objeciones iniciales fueron cediendo con el tiempo y la candidatura terminó consolidándose sobre bases objetivas: las encuestas que manejó el oficialismo, pero también aquellas encargadas por la oposición e incluso por el gobierno nacional, que ubican a Juan Pablo Valdés como el dirigente con mejor intención de voto dentro del espacio gobernante, ayudado por la marca electoral del gobierno provincial.
Juan Pablo es amigo de muchos intendentes, jóvenes como él, la mayoría de los cuales irá por su reelección.
No es un dato menor, pues el frente gobernante agrupa dentro de su espacio a unos 65 de los 74 intendentes que tiene la provincia, lo que arropa la candidatura oficial con un portento territorial que en agosto medirá su verdadero alcance.
Sin embargo, la candidatura del hermano del gobernador Gustavo Valdés no fue una decisión exenta de conflictos.
En sus orígenes operó como una amenaza interna: como una señal de advertencia del gobernador ante algunas disidencias dentro del oficialismo.
Con el paso del tiempo, esa jugada derivó en un quiebre visible: primero con el ex gobernador Ricardo Colombi, que formó su propio espacio político.
Luego ocurrió la ruptura con el presidente de la Cámara de Diputados, Pedro Cassani, quien se convirtió en el principal armador de un espacio alternativo para competir.
La fractura política dentro del oficialismo provincial se explica también por la imposibilidad de resolver internamente la sucesión.