Las medidas económicas anunciadas por el Gobierno de Mauricio Macri lejos de dar un alivio a los bolsillos de los consumidores generarán un impacto mucho más alto. Es que la disminución del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en productos de la canasta básica fue establecido por decreto, pero sin mecanismos de control y, sobre todo, carente de análisis sobre la conexidad del precio de estos productos con la elaboración de otros, también de consumo diario.
La consecuencia de esto es que, en menos de 48 horas de haberse anunciado la reducción impositiva, en los poblados de la costa del río Uruguay productos como el pan ya cuestan más de 100 pesos por kilo. Según los panaderos de Paso de los Libres y Santo Tomé, las bolsas de harina son comercializadas por algunos molinos con precios más bajo, pero la margarina, la sal, la levadura y otros ingredientes para elaborar panificados no paran de aumentar.
Respecto a esto, el titular de la Cámara de Comercio de Santo Tomé, Francisco Lavalle, dijo que, pese al anuncio de la baja del IVA, no fue informado cómo se implementará por lo que aguardan un comunicado de la Dirección de Comercio de Corrientes.
Por la quita del IVA, solo las cadenas de supermercados nacionales realizaron una disminución. Mientras tanto, los almacenes, kioscos y supermercados de barrio sostienen los precios anteriores y en muchos casos hasta registran subas. Esto se debe a que los precios están desregulados y que cada comerciante puede fijarlos a su conveniencia.
En relación a esto, el director de Defensa del Consumidor de la provincia, Orlando Seniquiel, aclaró que solo se limitan al control de la existencia de stock de productos del programa Precios Cuidados.
"El cuerpo de inspectores de este organismo controla la disponibilidad de productos y el mantenimiento de precios de los programas nacionales Precios Cuidados y Productos Esenciales donde existen normas regulatorias precisas, ahora debido a las turbulencias económicas actuales estos controles se han intensificado y ampliado para verificar que los comercios exhiban los precios de todos los productos ofertados y que existan disponibilidades en góndola de aquellos incluidos en programas regulados”, sostuvo.
Según esto, los anuncios del Gobierno son meros discursos proselitistas, ya que en la práctica es de difícil aplicación.
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