Con su versatilidad y destreza artística, Mauricio cautiva al público con cada mural
El artista plástico, Mauricio Orlando Almirón, más conocido con el nombre artístico de AMAURI, hace 21 años que se dedica al arte de pintar realismos con aerógrafo, así como también se dedica a realizar retratos en lápiz de sombrear.
El muralista correntino de 35 años, deja huellas en cada rincón del país y de países Latinoamérica donde ha visitado, con sus mágicas pinceladas, que cautiva al público en general por sus imponentes dibujos. La mayoría de ellos tienen que ver con la cultura y la idiosincrasia de cada lugar. Es oriundo de Corrientes Capital, se caracteriza por ser apasionado del arte muralista y contó a la Sección de Perfiles Urbanos de NOVA que no estudio arte, sus conocimientos sobre la pintura son natos. Mauricio, además expresó que los trae desde la cuna, “mi padre y tíos eran pintores y seguí sus pasos en el arte muralista, que hoy me da grandes satisfacciones personales, como el hecho de poder viajar y conocer lugares de la mano del trabajo”. Ahora, en la actualidad el artista plástico, después de una larga gira viajando por distintos destinos, decidió volver a su provincia natal y actualmente se encuentra trabajando aquí.
Corriendo de un lugar a otro, con la demanda que le lleva realizar sus pinturas y poder cumplir con sus clientes, Mauricio se tomó un tiempo para dialogar con NOVA y rememorar cómo fueron sus comienzos en el arte muralista y más aun lo que significa para él la pintura, que hoy le brinda la posibilidad de vivir de ella. “Mi primer mural lo pinté en el año 2003, y ahí empecé a hacer trabajos pequeños al principio. Pero lentamente iba generando clientes, pero en el medio hice varias cosas también. Estoy en la pintura desde el 2003 hasta ahora y espero que siga por mucho tiempo más”, comentó entre risas, ya que es lo que le apasiona.
Al ser consultado cómo comenzó a incursionar en el arte de pintar murales, Mauricio contó: “Nací con la pintura, toda mi vida siempre estuvo involucrada a lo que sea la pintura y el dibujo, por mi familia, porque mi papa y mis tíos eran pintores, hasta que no tuve otra opción que adoptarlo como mi trabajo a este arte de pintar. Porque era lo que más quería y lo que disfruto realmente”, comento el artista que desde la cuna trae consigo el llamado del arte por sus raíces familiares.
Con respecto a la técnica que utiliza a la hora de realizar sus obras detallo: “En cuanto a la técnica y el diseño de los murales, me adapto al pedido de mis clientes, yo les diseño ya sea a mano alzada con un boceto y también de manera digital. Le armo la propuesta, armo un fotomontaje y les presento para que vean plasmado ya el futuro proyecto en su pared, básicamente con programas digitales”, relató.
El arte muralista le permitió viajar por distintos lugares, es así que conto: “Viajamos mucho, solo o en grupo, pero siempre pintando. Es hermoso, porque el muralismo te da la herramienta de moverte, de poder plasmar y trabajar muy tranquilamente; además el arte mural se valoriza mucho y te da la posibilidad de trabajar y viajar todo a la vez. Eso es un privilegio para nosotros”.
Al consultarle por la pintura que le marcó en su carrera contó: “Disfruté mucho de varios procesos, pero el que más desafío me llevo fue un mural que se hizo en un encuentro de muralismo en la provincia de San Luis, ahí tuve el desafío de hacer en 7 días un mural de 10 metros por 25 metros, que me llevó sudor y lágrimas, ahí avance, me sentí mucho más capaz, pero en general cada mural tiene su particularidad. Hace poco hice uno de Lionel Messi que también me encantó, me gustó, y me marcó. En el sentido que pulo mucho más la técnica de trabajo y cada vez aprendo más”, expresó el artista plástico correntino que deja huellas en cada pared que toca con su mágica técnica muralista.
En cuanto a la idea de cada mural, Mauricio contó que “la idea de mis murales depende mucho del contexto, soy muy versátil en ese sentido. De por sí pintar un mural necesita como un estudio del lugar, no se puede pintar un mural en cualquier lugar, en cualquier pared. Y la temática va de la mano con eso, y depende del cliente. Me gusta pintar sobre la niñez, la naturaleza y muchos aspectos de la vida”. En esta línea destacó que “el objetivo del mural es siempre generar una reacción en el transeúnte, que se distraigan por un momento y dejen de lado toda la rutina que viven, y se diviertan un ratito en el muro, saquen fotos, pero también hay gente que sigue el proceso del mural y lo hace con mucho cariño”, contó
En esta línea destaco que “lo más importante para un pintor es seguir estudiando, aunque sea de manera autodidacta, seguir aprendiendo, compartiendo, seguir llenándote de conocimientos con tus pares, es mi manera de ver, lo más importante para un pintor es la constancia y trabajar todo el tiempo, haciendo lo que nos gusta, trabajar y dejar la fiaca de lado”, reflexionó Mauricio respecto a la pintura.
Conto que, además del muralismo, se dedica a la pintura en general, “también trabajo para las comparsas, en el armado de carrozas, pero todo esto en menor medida. Últimamente estoy dedicándome a pintar, en lo que sea artístico eso de comparsas”, mencionó.
El arte muralista no es fácil, más aún en los comienzos, es por eso que Mauricio dijo que a los jóvenes que buscan incursionar en esta rama del arte “es importante no frustrarse al principio, porque a veces las cosas no salen como uno quiere al comienzo de la carrera, pero lo importante es seguir insistiendo, compartir con otros colegas del medio, aprender y ver, recibir críticas de la mejor manera, seguir puliendo la técnica. No hay mucha ciencia que la del trabajo”, concluyó.
Es de mencionar que el artista plástico, Mauricio Almirón llevó su arte a diferentes países de Latinoamérica, entre los lugares que dejo su impronta muralista fue en Chile, Bolivia y Brasil; así como también en muchas provincias argentinas tales como San Luis, Córdoba, Mendoza, Tucumán, Posadas, Chaco, Corrientes, Rosario, Formosa y Salta.