Durante aquel juicio, el cuál NOVA difundió en ediciones pasadas, se hablaba de seis jueces que juzgaron a los sospechosos a través del medio más eficiente para llegar a la verdad, un juicio oral y público.

Sin embargo, con la simple lectura, el juez de Comodoro PY revirtió y hasta ridiculizó el trabajo de los jueces de los tribunales en los cuales fueron declarados inocentes los hermanos Aguirre.

“El que no se da cuenta de esta animosidad y persecución es alguien que tiene intereses creados o desconoce que los jueces eran y en sus equivocaciones, arruinan vidas de familias enteras”, destacaron.

Por otro lado, cabe aclarar que “lo que hizo con los Salgán debería haberse hecho cuando condenó a los hermanos en la causa Schaerer. Ordenó un nuevo juicio pero no lo hizo, simplemente condenó sin importarle que tres jueces, quienes escucharon y tomaron nota durante 9 meses que duró el juicio”.

Allí, se destacó un ejemplo, como lo ocurrido con Fernando Carreras víctima de este “juez”, quién había confirmado la condena a 30 años de prisión pero, logró demostrar su inocencia gracias al cineasta Enrique Piñero, quien publicó en las universidades su caso y provocó conmoción.

Además, como dato a tener en cuenta, se ordenó un nuevo juicio por parte de las acusaciones que no fueron “examinadas”, las cuales deberían haberlas valorado y, llama poderosamente la atención que la decisión de anular la sentencia unánime de inocencia a los Salgán sea notificada, el mismo día en el que Ángel Barbieri tuviese una audiencia ante la sala 3 compuesta por 3 jueces, entre los que estaba Eduardo Rigui.

“Para que un investigador como Miguel Velasquez pida disculpas delante de los jueces, diciendo que no era Sergio Salgán que se trató de una equivocación y a partir de ese gravísimo error se inició la lamentable investigación, no debían haber continuado en la causa de los hermanos después de este semejante error”, destacaron.

La corte debería ponerle fin a este disparate judicial, ¿qué esperan?