Los casos más evidentes son los del intendente de Esquina, Hugo Benítez, y la jefa comunal de Mercedes, Juana Gauto, que ya se mostraron en actos de campaña con los hermanos Gustavo y Juan Pablo Valdés, bajo el paraguas de “Vamos Corrientes”.

“Nunca se hizo esto en un pleno proceso electoral”, justificó Pacayut, quien dejó entrever que castigar a los “díscolos” en plena campaña puede traer más ruido que resultados.

La estrategia del “después vemos” tiene su lógica: los intendentes pesan en los territorios y no es tiempo de fracturas, aunque eso implique bancarse a quienes se sacan la camiseta en plena cancha. “Esto es época de salir a convencer a la gente”, insistió el apoderado.

“El peronismo es más que el Partido Justicialista”, lanzó, marcando una línea ambigua pero políticamente funcional para postergar los pases de factura. El foco, dicen en el PJ, debe estar en sumar votos y no en ajustar cuentas.

Desde el Consejo provincial del partido no descartan retomar el tema después de las elecciones, pero por ahora nadie se atreve a tocar a los intendentes que ya cruzaron la General Paz política.