Más allá de la grieta, dirigentes apuestan a un peronismo renovado desde la Provincia
En medio del análisis postelectoral, el dirigente justicialista correntino Alejandro Karlen ofreció una reflexión dura pero esperanzadora sobre el presente y el futuro del peronismo, tanto en Corrientes como a nivel nacional.
Lejos de los tonos triunfalistas o victimistas, Karlen se posicionó como una voz crítica dentro de su propio espacio político, al tiempo que destacó el triunfo de Vamos Corrientes como una señal de que es posible trascender la polarización que domina la escena nacional.
#Corrientes | El "Peronismo con Valdés" se consolidó como la segunda fuerza de la alianza y Karlen pide intervención del PJ
— Perfilchaco (@Perfilchaco) September 4, 2025
• Con 30.103 votos, el "peronismo con Valdés" se ubicó como la segunda lista más votada de la alianza Vamos Corrientes. https://t.co/tLClwBtGtn
Para Karlen, la alianza gobernante en la provincia no solo obtuvo un respaldo electoral, sino que representó un “modelo” capaz de proyectarse más allá de las fronteras correntinas. “Fue un aval a un proyecto político que le da identidad a Corrientes y que puede ser ejemplo para el país”, afirmó, subrayando la necesidad de superar la grieta entre el kirchnerismo y el mileísmo, dos polos que, a su juicio, han agotado su capacidad de representación.
Con franqueza, reconoció el peor desempeño histórico del peronismo correntino en una elección nacional: “Nunca había sacado menos del 37 por ciento, y ahora cayó diez puntos más”. Atribuyó este retroceso a una dirección cerrada, desconectada y reacia al cambio. “Los responsables siguen sin darse cuenta por aludidos”, lamentó, advirtiendo que, sin una renovación profunda, el peronismo provincial seguirá “perdido por cuatro años más”.
Karlen interpretó el voto a Javier Milei no como un respaldo ideológico, sino como una expresión de frustración frente a un peronismo incapaz de explicar el fracaso del gobierno de Alberto Fernández. Recordó, incluso, los años 90 y el clima de incertidumbre bajo la convertibilidad, cuando la política argentina parecía dictada desde el exterior.
“La solución para el país no pasa por este Gobierno”, sentenció, insistiendo en que, sin un giro hacia la producción, la industrialización y el empleo, surgirá inevitablemente un nuevo espacio político alternativo.
En ese horizonte, mencionó con cautela a Provincias Unidas como un embrión de un proyecto federal, aunque reconoce que aún no logra resonar en una ciudadanía más preocupada por sus necesidades cotidianas que por las disputas partidarias. Por eso, planteó que la reconstrucción del peronismo debe comenzar “desde abajo”, en cada provincia, con dirigentes comprometidos con el desarrollo productivo y una inserción internacional equilibrada.
Desde su lugar, Karlen aseguró que muchos peronistas trabajan junto al gobernador Gustavo Valdés y el gobernador electo Juan Pablo Valdés para forjar “un espacio peronista dentro de Vamos Corrientes” que pueda escalar a nivel nacional. No se trata, aclaró, de subordinarse, sino de construir una alternativa con raíces federales y mirada renovadora.
Por ultimo finalizó su reflexión con una crítica a la boleta única de papel, a la que demostró restrictiva de la participación política genuina. “Si todo se reduce a un trámite informático, la política pierde su sentido”, advirtió, reivindicando el debate, la militancia y la construcción colectiva como pilares de una democracia viva.
En un momento de profunda fragmentación nacional, Karlen apostó por Corrientes como laboratorio de un peronismo distinto: menos porteño, más federal, y, sobre todo, más útil para la gente.








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